El Gobierno británico quiere consolidar la City como la primera plaza financiera del mundo,reuters
El Reino Unido se convertirá en 2014 en el primer gobierno occidental en emitir bonos de deuda islámicos, conocidos como «sukuk»
Los fondos islámicos representan apenas un 1% del volumen global de activos financieros. Pero los musulmanes suponen un cuarto de la población del planeta y los expertos auguran espectaculares márgenes de crecimiento a las finanzas regidas por la sharia (o ley islámica), lo que ha desencadenado una carrera por liderar uno de los mercados emergentes más cotizados, y desconocidos, del momento.
El año que viene las finanzas islámicas equivaldrán a 1,5 billones de euros, un crecimiento del 150% desde 2006. Según un reciente estudio de Ernst&Young, los veinte bancos musulmanes más importantes han crecido un 16% anual en los últimos tres años, un rendimiento muy superior al de las entidades occidentales. Y el Gobierno británico está decidido a que sea la City quien capitalice el fenómeno.
A finales de octubre, el primer ministro David Cameron convocó en Londres al Foro Económico Musulmán Mundial, el «Davos» islámico, que se reunía por primera vez en un país no mahometano. Allí anunció que el Tesoro británico estaba ultimando los detalles técnicos para emitir el año que viene bonos islámicos, conocidos como «sukuk», por valor de 230 millones de euros. Será la primera vez que un gobierno occidental lo hace. El sector financiero británico, que aporta el 8-10% del PIB de Reino Unido, cuenta ya con 22 bancos islámicos, el doble que en EE.UU. Unos 25 despachos de abogados -el carburante que engrasa el sistema- ofrecen servicios a este tipo de clientes. Y la presencia de la inversión de países y fondos musulmanes es notable.
Hay dinero catarí detrás del Shard, el rascacielos más alto de Europa, y de la Villa Olímpica; dinero malasio detrás de un faraónico proyecto urbanístico en la vieja central eléctrica de Battersea; y fondos de Dubai en el nuevo super puerto de aguas profundas que construyen en el Támesis. El Manchester City es propiedad de un fondo de la familia real de Abu Dhabi, y el estadio del Arsenal es el Emirates Stadium gracias al patrocinio de Emirates Airlines. Pero el Gobierno británico quiere más. Quiere hacer de la City la capital de las finanzas islámicas, con permiso de Dubai y de Kuala Lumpur, además de consolidarla como la primera plaza financiero del mundo y convertirla en el primer mercado para operaciones denominadas en renminbi, la moneda china.
«Lo mejor de Gran Bretaña sale cuando se abre al resto del mundo y, mientras otros en Occidente se resisten al cambio, este gobierno lo abraza (...), ya sea atrayendo dinero de China, rechazando un pernicioso proteccionismo e impuestos a las transacciones financieras, o emitiendo el primer bono soberano islámico de Occidente», proclamaba recientemente el ministro de Finanzas, George Osborne, en un artículo en «Financial Times».
Los bonos «sukuk» son aquellos regidos por los preceptos de la sharia. No existe una definición universal, pero el concepto incluye la prohibición de invertir en industrias proscritas por el Corán, como el alcohol, el juego o la pornografía, y la prohibición de los intereses y la especulación. El rendimiento de los bonos islámicos va siempre ligado, por eso, a un activo real que genera un flujo de caja. Y es frecuente encontrarlos en proyectos inmobiliarios, de infraestructuras o en energías renovables.
El problema de Londres es que no está solo. Malasia albergó este año dos tercios del total de operaciones con bonos «sukuk». Cuenta con una economía local vibrante regida por los principios de las finanzas «sukuk», lo que atrae a Kuala Lumpur a fondos islámicos de todo el mundo musulmán, de Kazajstán al Golfo Pérsico. La tercera ciudad en liza, Dubai, anunció en enero sus planes para convertir el emirato -que ya ocupa una posición geográfica central por sus excelentes conexiones- en la capital de las finanzas islámicas, con facilidades a sus empresas y a las de la región para emitir sus bonos en Dubai.
No hay comentarios:
Publicar un comentario