La banca islámica acelera en occidente.REUTERS
Captar el dinero de los petrodólares requiere un sistema financiero que se adapte a las leyes musulmanas. Está prohibida la usura y los intereses
Se espera que el próximo año el total de las inversiones islámicas a nivel mundial crezca en 1,3 billones
Pornografía, juego, alcohol o tabaco son fuentes de ingresos impuros bajo la ley islámica y quedan fuera del ámbito de los inversores que quieran respetar la 'sharia', los preceptos coránicos que rigen la vida de los musulmanes. Cualquier fondo o banco con intención de aprovechar la liquidez generada por los petrodólares y el desarrollo de los mercados de capitales del Golfo Pérsico y del sudeste asiático, debe adecuar sus productos y servicios a ciertas normas de carácter moral.
La industria financiera que se atiene al principio de 'no usura' crece sin parar desde 2002 y se espera que el próximo año el total de las inversiones islámicas a nivel mundial crezca en 1,3 billones. A finales de 2013, sólo los activos globales de la banca ascenderían a 1,8 billones de dólares, según un informe de Ernst & Young sobre la competitividad mundial de las finanzas islámicas. Es uno de los pocos sectores que presume de haber vadeado sin mucho daño la crisis financiera mundial.
El crecimiento de la inmigración procedente de los países árabes y su perfil demográfico -caracterizado por una amplia base de población joven- ha propiciado la expansión de este tipo de banca en occidente y ya abarca más de 105 países. Existe un índice Dow Jones Islamic Maket, un Dubai Shariah Hedge Fund o un FTSE Sharia Global Equity. En cada una de estas bolsas un comité de expertos analiza las compañías que la componen para asegurar que cumplen escrupulosamente con los preceptos. Es habitual que las empresas manufactureras, la banca comercial y de inversión, así como la industria hotelera y de armamento queden fuera del radio de inversiones de los fondos islámicos.
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