Más de 2000 musulmanes marcharon la tarde del sábado por las calles de la ciudad francesa de Montrouge (Hauts-de-Seine), para protestar contra una ordenanza del alcalde que amenaza con cerrar la única sala de oración de musulmanes de la ciudad, por razones de "seguridad".
Según el alcalde, Jean-Loup Metton, un decreto municipal firmado el 14 de febrero autoriza los planes de cerrar el lugar debido a "problemas de seguridad y planificación".
El hecho dejaría a los musulmanes de la llamada ciudad sin un espacio para la oración, mientras que todos los registros técnicos y de seguridad admiten que no hay lugar para tales preocupaciones.
La Asociación Hermandad de Montrouge (AFM, por sus siglas en francés), fundada en 2002, compró un viejo garaje en 2005, y lo remodeló en una sala de oración. El local, según su abogado, Sefen Guez Guez, tiene capacidad de albergar hasta 80 fieles.
Impulsada principalmente por el Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM) y el Comité contra la islamofobia en Francia (CCIF), la procesión contó con la presencia de los miembros de la comunidad musulmana, los vecinos del lugar, algunos concejales y representantes de asociaciones.
El alcalde pertenece al partido derechista UDI, un aliado del gobierno del expresidente galo Nicolás Sarkozy. Desde la llegada al poder del presidente socialista, Francois Hollande, grandes mezquitas han sido abiertas en las grandes ciudades como Nantes y Estrasburgo.
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