El catedrático de Oviedo cree que la religión musulmana y el cristianismo deben conocerse más y respetarse<--De izquierda a derecha, Juan Carlos Villaverde, Vespertino Rodríguez y Francisco García Alonso.
Oviedo, 08 de noviembre de 2007, Nueva España,
Patricia MARTÍNEZ A pesar de que el diálogo es una palabra recurrente en los círculos políticos de conflicto, Vespertino Rodríguez, catedrático de Filología Románica en la Universidad de Oviedo, opina que «el diálogo entre el Islam y el Cristianismo no es fructífero, pues llevan años de luchas intelectuales sin conseguir convencer al otro de nada». Este especialista en literatura aljamiada propone como solución el «conocimiento y el respeto mutuos», según explicó en su conferencia «Islam y Cristianismo», celebrada en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA.
No es fácil resumir casi 1.400 años de historia, pero Rodríguez ofreció algunas de las pinceladas más importantes para comprender lo que describió como «una fuerza militar, política, religiosa y cultural que marcó los derroteros de la historia de la humanidad».
En una exposición sobradamente documentada, Rodríguez quiso ofrecer «la semblanza más positiva, más agradable, del Islam como una religión paralela al Cristianismo». No en vano, el historiador hizo hincapié en aquellos aspectos que unen ambas doctrinas, como «la tradición profética y el origen abrahámico», y en otros que las diferencian, pero de los que «todos podríamos aprender, como la fe, la hospitalidad y el conocimiento de nuestras raíces».
Alá, nombre del dios musulmán, se traduce al castellano como «"el dios", y el artículo determinante da idea de que en realidad es el único dios», puntualizó Rodríguez introduciendo la importancia del monoteísmo en el Islam. Tanto es así que el historiador señaló a la Santísima Trinidad como uno de los factores de conflicto entre cristianos y musulmanes. «Es muy probable que Mahoma recibiera sus conocimientos sobre Cristianismo a través de sectas presentes en la actual Arabia Saudí. Esto le habría llevado a tener una comprensión errónea de la Trinidad, a pensar que Dios, la Virgen María y el Espíritu Santo estaban en el mismo plano jerárquico».
Pero este monoteísmo no es sino un nexo más entre las tres grandes religiones de Occidente: a través de un solo dios,«el Judaísmo es la religión de la esperanza, el Islam es la religión de la fe y el Cristianismo es la religión del amor. Jesucristo murió en la cruz por amor y con escándalo para el mundo entero, y muy en especial para los musulmanes», explicó Rodríguez.
Paralela a la historia del Islam transcurrió parte de la del Cristianismo, en la historia y en la exposición del catedrático: «Desde el Renacimiento hasta el siglo XVIII el Cristianismo reflexionó sobre sí mismo y se transformó en una religión moderna. En mi opinión, el Islam necesita una reflexión semejante para desechar cuestiones como el empleo de la violencia».
Defendida como una religión de paz, «como el resto de religiones», Rodríguez consideró «un error entender el Islam sólo como un factor de violencia», y recurrió a la historia una y otra vez para argumentar en el coloquio con los asistentes. «En el Corán no se menciona la "yihad" o guerra santa, y el espíritu guerrero de Mahoma era idéntico al de cualquiera de sus contemporáneos».
En mitad del cruce de argumentos, opiniones y alguna pasión que se desató en el Club Prensa Asturiana, Vespertino Rodríguez no quiso perder la esperanza: «Con el tiempo, tarde o temprano, la humanidad tiene que encontrar un código ético mínimo entre creyentes y no creyentes para que la convivencia sea posible».
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