martes, 13 de agosto de 2019

Así celebraron los musulmanes que viven en Lugo la Fiesta del Sacrificio

Lugo,12-08-2019,https:lavozdegalicia.es, MARÍA GUNTÍN

  
Unas 350 personas acudieron a la mezquita a rezar para después sacrificar el animal mirando a La Meca

Minutos antes de las ocho de la mañana de este domingo, en la mezquita As-Salam, en la calle Túnel de Oural, empezó a desfilar gente. Musulmanes de Argelia, Pakistán, Marruecos, Filipinas y otros muchos países entraban en el templo con sus mejores galas para celebrar la Fiesta del Cordero, uno de los días más importantes y grabados a fuego en el calendario del Islam. Las mujeres entran en la mezquita por una puerta y los hombres, lo hacen por otra. Todos se descalzan en la entrada y dejan sus zapatos en una zona habilitada para así no entorpecer el paso. 

Al traspasar la puerta y en la zona reservada para hombres, todo aquel que llega deposita algún alimento sobre la mesa para poder disfrutarlo en grupo, tras el rezo y los alegatos. 

Entre ellos, pan marroquí, pastas tradicionales, bizcochos y té. Todos los fieles llevan puestas sus mejores galas, reservadas para un día tan especial. Primero y de forma individual, a partir de las ocho de la mañana, los asistentes empiezan los ejercicios espirituales. A las 08.30 comienza el rezo, dirigido por el imán y desde el centro de la sala. 

Las mujeres lo siguen a través de la megafonía, explica Nourdine, presidente de la Asociación Cultural y de la Comunidad Islámica en la ciudad. Tras el rezo empiezan los alegatos en los que algunos de los fieles expresan agradecimientos y piden ayuda para el mantenimiento de la mezquita en la ciudad, así como para las familias que no pueden sacrificar un cordero por falta de medios económicos. 

Algunos de los fieles se trasladan a otras ciudades para reunirse con sus familias y realizar con ellas el sacrificio del cordero. En esta fiesta participan adultos y también niños. Durante media hora, la mezquita es una especie de paso que atraviesan decenas de hombres. Algunos con sus hijos de la mano e incluso con bebés en los brazos. El momento del sacrificio A las diez de la mañana, los musulmanes continúan con la celebración.

Esta vez, cada uno regresa a casa con sus familias. Entonces, van al lugar o a la granja en el que está su cordero para proceder al sacrificio, siempre y cuando el padre de familia tenga la capacidad y la economía suficiente. Él es la persona encargada de acabar con la vida del animal, mirando hacia La Meca. Si el progenitor no puede hacerlo, es posible que se lo permita a otro hombre de la familia. La Fiesta del Cordero coincide con el final del peregrinaje anual a La Meca. Recuerda cómo el profeta Abraham, tal y como está recogido en el Corán, obedecía una orden divina de sacrificar a su hijo. Entonces, Alá sustituyó al niño por un cordero. 

Para los musulmanes, esta historia simboliza la sumisión del profeta y la piedad del creador. En Lugo está una de las pocas mezquitas que hay en la provincia. El domingo, unos 350 musulmanes acudieron al templo a celebrar uno de los días grandes para el Islam y que tiene la misma importancia que el Ramadán.

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