Ruanda,15.07.2019,AA
La ley que aprobó el Parlamento pretende crear nuevos empleos y emplear alternativas que sean amigables con el medioambiente. Las fábricas de plásticos de un solo uso y otros distribuidores en Ruanda están viviendo un periodo de incertidumbre por el proyecto de ley que prohibiría estos productos en el país.
El Parlamento del país africano aprobó un proyecto de ley que prohíbe la fabricación, importación, uso y venta de artículos de plástico de un solo uso, en la más reciente medida para proteger el medioambiente. Pese a que los congresistas votaron el 12 de junio, aún falta la entrada en vigor de la ley, una vez que el presidente Paul Kagame la apruebe y se publique en la gaceta nacional.
Una vez esto suceda, los comerciantes de productos de plástico de un solo uso tendrán un periodo de gracia de unos tres meses para eliminar la comercialización de estos productos.
Esta ley busca atacar el uso indiscriminado de bolsas de plástico, vasos, tubos para sober líquidos (pajillas o pajitas), mezcladores de café, botellas de gaseosa y agua, así como los paquetes de comidas que representan una amenaza para el medioambiente.
La medida legislativa está en conformidad con una ley de 2008 que prohibió las importaciones de bolsas de polietileno y que ha tenido éxito en reducir su uso en Ruanda debido a las severas sanciones estipuladas.
“Como fabricantes, estamos tratando de ver si podemos obtener otras alternativas, pero es costoso. Necesitamos el apoyo del Gobierno", aseguró a la Agencia Anadolu William Kamugisha, uno de los accionistas de Iwacu Investments, una compañía que fabrica pajitas en la capital.
La ley de 2008 sobre la prohibición de fabricación, importación, uso y venta de bolsas de polietileno en Ruanda se limita a la prohibición de las bolsas de polietileno y no cubre otros tipos de plásticos que también tienen efectos nocivos para el medioambiente, especificó el Ministro de Medioambiente de Ruanda, Vincent Biruta, mientras defendía el proyecto de ley en el Parlamento.
"Un paso muy positivo"
Coletha Ruhamya, directora general de la Autoridad de Gestión Ambiental de Ruanda (REMA), describió la aprobación del proyecto de ley por el Parlamento como un paso muy positivo en la dirección correcta: "Hemos estado tratando principalmente con bolsas de plástico. Pero otros plásticos de un solo uso también son tan malos o incluso peores que las bolsas de plástico", le dijo Ruhamya a la Agencia Anadolu.
Según los funcionarios, el proyecto de ley fue motivado por el deseo de controlar el creciente hábito de consumo y eliminación innecesarios de artículos de plástico de un solo uso que afectan el medioambiente: “A nivel global, los países están discutiendo cómo prohibir también los plásticos de un solo uso. Ruanda debe estar a la vanguardia", aseguró la directora de REMA
Por el momento no hay datos precisos sobre las cantidades de plásticos de un solo uso generados en Ruanda. Se sabe que la mayoría son importados y existen tres fábricas de artículos de plástico de un solo uso en el país del este de África.
Ruhamya aseguró también que el problema más importante no es la cantidad de productos producidos, sino más bien evitar su producción, debido a sus impactos negativos en el medioambiente: "Esto no debería ser debatible".
Más empleo amigable con el medioambiente
El gobierno planea realizar un estudio para obtener datos que respalden el monitoreo y la evaluación del impacto una vez la prohibición entre en vigencia, aseguró REMA.
Ruhamya afirmó que existen varias alternativas en el mercado de artículos de un solo uso, como los cubiertos de plástico que normalmente se entregan con alimentos para llevar: “Lo que se requiere es volver a nuestras prácticas originales abandonadas que son más amigables con el medioambiente”, dijo la directora.
No obstante, Kamugisha asegura que su compañía no ven una alternativa para su negocio en este momento. La única opción es usar pajitas de papel, que son costosas y no serían asequibles a los consumidores.
El gobierno ve esta nueva ley como una oportunidad para crear más empleos amigables con el medioambiente. Sin embargo, Ruhamya dijo que los empleos no se crearán a expensas del cuidado de la naturaleza.
Consciencia pública colectiva
Ruhamya pidió que los ruandeses tengan una conciencia pública colectiva sobre los peligros de los plásticos, e hizo hincapié en que la ley pretende proteger no solo el medioambiente, sino también la vida de las personas y las empresas.
“Lo que se requiere es solo un cambio de mentalidad, el resto será fácil. Para lograrlo es necesario unirnos al viaje para que todos caminemos juntos por un planeta libre de contaminación plástica", y señaló que solo hay un planeta Tierra.
La nueva legislación estipula una multa de RWF (francos ruandeses) 10 millones (unos USD 10.984) para cualquiera que fabrique bolsas de polietileno y artículos de plástico de un solo uso. Además, las autoridades cerrarán la empresa, mientras las compañías importadoras podrían enfrentar una multa equivalente a 10 veces el valor de los materiales.
“El futuro de nuestro negocio es incierto. Pero tenemos que seguir las reglas. Depende de nosotros adaptarnos. De lo contrario, no tenemos otra opción”, dijo un importador de plásticos de un solo uso en Kigali, quien prefirió permanecer anónimo.
Chris Muhangi, un conservacionista, aseguró que esta es una excelente medida para controlar la oferta de plástico, pero añadió que el público también puede ayudar a contrarrestar el cambio climático eliminando correctamente los desechos de plástico.
Kenia y Ruanda son los únicos Estados miembros de la Comunidad de África Oriental que hasta ahora han prohibido las bolsas de plástico. Existe una ley muy estricta en Kenia contra las bolsas de plástico desechables, promulgada en 2017, que castiga a cualquier persona que fabrique, venda o importe bolsas de plástico con hasta cuatro años de prisión o multas de hasta USD 40.000.
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