lunes, 16 de mayo de 2016

El español que acabará con los rayos X

Madrid,15 mayo 2016,publico.es,E. Ortega


Ruben Criado, director de Luz Wavelabs.

Abre su portátil y al poco aparece un powerpoint encabezado por una imagen en blanco y negro de Nikola Tesla en su laboratorio a principios del siglo XX. “Él, Hertz y Torres Quevedo fueron los pioneros de las comunicaciones inalámbricas”, sostiene con voz grave Rubén Criado (Madrid, 1986). “En el último siglo y medio, grosso modo, las tecnologías que han cambiado el mundo han sido la electrónica y la fotónica”, añade. Hoy, él intenta lo mismo desde un laboratorio de Leganés.

Dirige desde allí, al sur de Madrid, Luz Wavelabs, una compañía que ha entrado de lleno en la tecnología de radiación de terahercios o rayos T, que ha permanecido en reposo hasta hace dos décadas, cuando comenzó a desarrollarse. Sus principales prestaciones se resumen en cuatro: permite detectar a distancia y sin contacto todo tipo de materiales, contiene gran cantidad de información de sustancias a la que hoy en día no tenemos acceso, posee una gran sensibilidad al agua y es una radiación totalmente segura. Esta última especialmente se contrapone con los rayos X, ionizantes y que en grandes cantidades pueden ser letales para el ser humano.

Las diferencias que marca con los rayos X son notables y, de momento, sólo los altos costes impiden que los T los devoren en buena medida. Criado opina que en unos cuatro o cinco años, el costo habrá descendido lo suficiente para uso industrial, mientras que en menos de una década podríamos tener ya esta tecnología en los bolsillos o en las mesas. En móviles o portátiles. “A nivel científico tiene casi un punto romántico conquistar este espectro electromagnético, que es de los últimos que quedan”.

Su particular invasión comenzó hace cuatro años en la universidad. Tras hacer Ingeniería de Telecomunicaciones y Empresariales, se encontraba acabando su tesis cuando se atrevió a empezar la aventura. “Pensé: ‘Si no monto ahora algo, con la que está cayendo, ¿cuándo?’”. A principios de 2013 creó la compañía, que gira precisamente alrededor de su tesis doctoral. Y nació su primera hija, con 26 años. “Tenía muchísimo miedo. Entonces, trabajaba como becario cobrando novecientos euros, estaba con mi hipoteca, con mi hija recién nacida y mi colchón económico era prácticamente nulo. Sólo el constituir la empresa me daba pavor”. Tres años después ya tienen hasta su propio laboratorio.


Pure, la tecnología que han desarrollado es, según Criado, única en el mundo. “Nuestra calidad de señal es un millón de veces mejor que la del mejor competidor en el mercado, que es una firma alemana”. Ahora se encuentran inmersos en una segunda ronda de financiación, para este año prevén comenzar a vender un producto secundario y salir al mercado en los primeros meses de 2017 con su generador de rayos T. El proyecto de la compañía madrileña, que cuenta con seis empleados y que ya ha colaborado con Repsol, pasa por dirigirse a dos sectores en concreto: las comunicaciones, que serán muchísimo más rápidas que las actuales, y el análisis de materiales y de sustancias.

Actualmente, esta tecnología ya se está usando, aunque aún tímidamente. Por ejemplo, en los escáneres de la mayoría de aeropuertos de EEUU. Al igual que los rayos X, logran detectar si un pasajero lleva metal. Pero –a diferencia de los anteriores- también plástico o alguna sustancia peligrosa. Y en la próxima generación de aparatos con terahercios podrán ver todo al milímetro. Incluso drogas y explosivos.

El principal rincón en el que los rayos X se harán fuertes será en los diagnósticos de seres humanos, ya que los T no son capaces de atravesar más de doscientas micras. Sin embargo, pueden discernir perfectamente entre tejido sano y cancerígeno. “Unido a que es una onda electromagnética totalmente segura, abre la vía de hacer diagnósticos preventivos sin ningún tipo de daños”, explica Rubén, que el año pasado fue escogido por el MIT entre los mejores innovadores de España menores de 35. Apuesta el madrileño por que en un plazo de cuatro años los rayos T ya sean la referencia mundial. Para entonces, es muy probable que él, que ya se casó y amplió la familia con otro niño, sea uno de los hombres de referencia del sector.

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