viernes, 2 de agosto de 2013

AI recrimina a Tailandia que no juzgue la matanza de musulmanes de 2004

Bangkok, 02/08/2013,efe


Amnistía Internacional recriminó a Tailandia el fallo del Tribunal Supremo que desestima reabrir el juicio por la muerte de 85 musulmanes en custodia policial en 2004 en Tak Bai, en la conflictiva región del sur del país.

En un comunicado emitido anoche tras el fallo, la organización acusó al gobierno tailandés de errar a la hora de hacer justicia con las víctimas y sus familiares, que solicitaron la revisión de la decisión del tribunal provincial de Songkhla que eximió a la Policía.

"El fallo de hoy ignora las acciones de las fuerzas de seguridad involucradas en los hechos que causaron 85 muertos. Sus acciones fueron intencionadas o negligentes y por lo tanto deberían ser juzgadas", dijo la vicedirectora para Asia de AI, Isabelle Arradon.Los hechos ocurrieron el 25 de octubre de 2004, cuando la Policía disolvió violentamente una manifestación en Tak Bai, en la provincia de Narathiwat.

Siete personas murieron por disparos de las fuerzas de seguridad y otras 78 perecieron asfixiadas o aplastadas en el interior de camionetas de la Policía mientras eran trasladadas a un centro de detención militar."La impunidad del Estado es extensa en Tailandia, sobretodo en las provincias del sur. El fallo no hará nada para evitar que esos incidentes se repitan", añadió Arradon.

La matanza de Tak Bai ocurrió nueve meses después de que la insurgencia musulmana del sur del país retomara la lucha armada que ha causado cerca de 5.500 muertos. Los atentados con armas ligeras, asesinatos y atentados con explosivos en Pattani, Narathiwat y Yala se repiten casi a diario a pesar del despliegue de unos 40.000 efectivos de las fuerzas de seguridad y la declaración del estado de excepción desde 2005.

La violencia no ha remitido a pesar de las negociaciones de paz que el Gobierno inició en marzo con el Frente Revolucionario Nacional y la Organización para la Liberación de Pattani, dos de los grupos insurgentes. Los insurgentes denuncian la discriminación que sufren por parte de la mayoría budista del país y exigen la creación de un Estado islámico que integre estas tres provincias, que configuraron el antiguo sultanato de Pattani, anexionado por Tailandia hace un siglo.

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