El ministro francés del Interior, Manuel Valls, aseguró hoy que se expulsará de Francia a "aquellos que, en nombre del Islam, representan una amenaza grave para el orden público" y "no respetan nuestras leyes y valores", en referencia a los salafistas y otros grupos "que desafían a la República".
Durante su discurso de inauguración de la gran mezquita de Estrasburgo, Valls advirtió a "los partidarios del oscurantismo, los integristas, los que quieren apoderarse de nuestros valores e instituciones, y los que niegan los derechos de las mujeres, que no tienen sitio en la República".
El también ministro de cultos, afirmó que "las mejores armas para luchar contra el fanatismo, que se hace llamar del Islam, se encuentran en el propio Islam".
Al tiempo, el ministro pidió al Islam de Francia "que asuma sus responsabilidades y se organice para tratar con el Estado los verdaderos problemas: financiación de lugares de culto, formación de imanes y capellanes, ahora que el islamismo radical avanza en nuestras prisiones".
Ante más de un centenar de líderes del Islam de Francia y el extranjero y de los representantes en Estrasburgo de los cultos judío, católico y protestante, Valls hizo una encendida defensa de la libertad de expresión y el laicismo.
De la primera dijo que es "un bien precioso" y aplaudió la "sabiduría" de los líderes musulmanes franceses por "el discernimiento y la madurez" que han demostrado tras la publicación de las últimas caricaturas en "Charlie Hebdo".
"El radicalismo y el fundamentalismo, eso no es el Islam", manifestó.
Del laicismo, aseguró que era un "tesoro", que permitía que el ministro francés del Interior estuviera en la misma semana en una beatificación en la catedral de Troyes, en la gran sinagoga de la Victoire en París y en la gran mezquita de Estrasburgo.
Tras ello, criticó las últimas declaraciones de Marine Le Pen contra el velo islámico y la kipa judía en lugares públicos, y calificó a la líder del Frente Nacional de "incendiaria que grita fuego".
En el acto de inauguración estuvieron presentes, entre otros, el ministro marroquí de Asuntos Islámicos, Ahmed Taoufiq, y el presidente del Consejo francés de culto musulmán, Mohammed Moussaoui, quien condenó el reciente asesinato del embajador de EEUU en Libia.
La nueva mezquita de Estrasburgo tiene capacidad para 1.500 personas y ha tenido un coste de 10 millones de euros, financiados por Marruecos, Arabia Saudí, Kuwait y las autoridades locales y regionales alsacianas.
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