Una casa del núcleo antiguo de Patraix rehabilitada con excelente buen gusto. :: LP
La historia antigua de Patraix remite a un núcleo de población agrícola a la orilla de la caudalosa acequia de Favara
A partir de algunos vestigios hallados hay indicios de algún asentamiento romano en la zona
La historia de Patraix, como sucede en buena parte de los barrios y distritos del perímetro exterior de Valencia, es la historia de una paulatina ocupación de la huerta. Da igual que hablemos de Ruzafa que de Benimaclet, de Marxalenes o Jesús: la mayor parte de los valencianos vivimos sobre tierra que fue de huerta hasta hace muy poco. Y que en ocasiones lo sigue siendo a pocos metros de nuestras casas. En lo que a Patraix se refiere, huerta también. Huerta muy famosa e importante, regada por la caudalosa acequia de Favara.
¿Huerta romana o huerta musulmana? Los historiadores se dividen de inmediato. Quienes admiran la ingeniería que en materia de riegos utilizaron los árabes, se han enfrentado a quienes dicen que antes estuvieron los romanos y que hay pruebas sobradas de su sabia explotación de la tierra de regadío a partir de las aguas del Turia. Los más juiciosos historiadores dan méritos a las dos culturas y aseguran que los primeros aprovechamientos fueron de época romana, el tiempo visigodo lo mantuvo en condiciones más o menos precarias y la época musulmana, entre los siglos VIII y XIII, mejoró los regadíos sensiblemente y trazó esa perfecta red de las acequias de la Vega de Valencia que sangraba el río Turia y lo distribuía por uno y otro margen, por el norte y el sur de la ciudad.
En Patraix se han localizado vestigios romanos, que indican enterramientos en las inmediaciones de alguna villa o casa de campo. Pero no hay indicios de un núcleo de población consolidado. Sí lo hay, sin embargo, de la época musulmana. Patraix es nombre antiguo que parece remitir al 'petrarium', zona pedregosa. Y es indudable que el pueblo de Patraix nació sobre un caserío agrícola de la época islámica ubicado a la orilla de la acequia de Favara (Al Favvara era el nombre de una de las familias bereberes más notables del norte de África) o en todo caso de un brazo que seguramente discurría por la actual calle de l'Alcudia.
Ese caserío, cuando Jaime I conquista la ciudad de Valencia, es concedido a la familia de los Escrivá, primeros señores de un caserío que irá creciendo con el paso del tiempo. En el año 1428 se produjo un hecho relevante en ese espacio huertano: comenzaron las obras del convento de Santa María de Jesús, donde los franciscanos, en un lugar apartado de la ciudad, establecieron una casa de espiritualidad.
La esposa del rey Alfonso el Magnánimo, doña María de Castilla, fue la principal promotora de la institución, a ruegos de Francisco Mallo, un franciscano enviado a reformar la orden en la ciudad. Allí habría de residir y morir, fray Nicolás Factor, otro franciscano, famoso por su piedad y devoción, amigo de los grandes religiosos de la Valencia de aquel momento y singularmente de San Luis Bertrán.
El señorío de Patraix, después de haber estado algún tiempo en manos reales, pasó a la familia de los Cárdenas, marqueses de Elche, en el año 1592. Unos años después Felipe II, de visita en Valencia, pasó por el convento de Santa María donde visitó el cuerpo incorrupto del beato Nicolás, al que había admirado en vida.
Pasaría el tiempo, y el palacio de los Cárdenas, donde tenía el señor su residencia, fue habilitado como hospital en tanto que la ciudad padecía una de las cíclicas epidemias de pesta que la azotaban, con cientos de víctimas. El palacio se encontraba en la actual plaza de Patraix; en concreto se afirma que la iglesia fue fundada sobre la caballerizas del área palaciega.
Según las crónicas conocidas, los Cárdenas fueron señores de Patraix hasya el año 1769, en que la propiedad pasa a manos de los Cruilles, con título nobiliario de baronía. Los Cruilles, en la actualidad, siguen siendo, pues, barones de Patraix, a título honorífico, dado que los dominios territoriales de la nobleza fueron suprimidos ahora hace dos siglos.
Es el momento en que Patraix se convirtió en un ayuntamiento, a pesar de que apenas tenía como territorio el de su núcleo de población, puesto que todas las huertas colindantes ya eran de la ciudad de Valencia. Más gtarde, en 1870, Patraix habría de ser el primero de los pueblos colindantes de Valencia que se anexionaron a la ciudad.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
A partir de algunos vestigios hallados hay indicios de algún asentamiento romano en la zona
La historia de Patraix, como sucede en buena parte de los barrios y distritos del perímetro exterior de Valencia, es la historia de una paulatina ocupación de la huerta. Da igual que hablemos de Ruzafa que de Benimaclet, de Marxalenes o Jesús: la mayor parte de los valencianos vivimos sobre tierra que fue de huerta hasta hace muy poco. Y que en ocasiones lo sigue siendo a pocos metros de nuestras casas. En lo que a Patraix se refiere, huerta también. Huerta muy famosa e importante, regada por la caudalosa acequia de Favara.
¿Huerta romana o huerta musulmana? Los historiadores se dividen de inmediato. Quienes admiran la ingeniería que en materia de riegos utilizaron los árabes, se han enfrentado a quienes dicen que antes estuvieron los romanos y que hay pruebas sobradas de su sabia explotación de la tierra de regadío a partir de las aguas del Turia. Los más juiciosos historiadores dan méritos a las dos culturas y aseguran que los primeros aprovechamientos fueron de época romana, el tiempo visigodo lo mantuvo en condiciones más o menos precarias y la época musulmana, entre los siglos VIII y XIII, mejoró los regadíos sensiblemente y trazó esa perfecta red de las acequias de la Vega de Valencia que sangraba el río Turia y lo distribuía por uno y otro margen, por el norte y el sur de la ciudad.
En Patraix se han localizado vestigios romanos, que indican enterramientos en las inmediaciones de alguna villa o casa de campo. Pero no hay indicios de un núcleo de población consolidado. Sí lo hay, sin embargo, de la época musulmana. Patraix es nombre antiguo que parece remitir al 'petrarium', zona pedregosa. Y es indudable que el pueblo de Patraix nació sobre un caserío agrícola de la época islámica ubicado a la orilla de la acequia de Favara (Al Favvara era el nombre de una de las familias bereberes más notables del norte de África) o en todo caso de un brazo que seguramente discurría por la actual calle de l'Alcudia.
Ese caserío, cuando Jaime I conquista la ciudad de Valencia, es concedido a la familia de los Escrivá, primeros señores de un caserío que irá creciendo con el paso del tiempo. En el año 1428 se produjo un hecho relevante en ese espacio huertano: comenzaron las obras del convento de Santa María de Jesús, donde los franciscanos, en un lugar apartado de la ciudad, establecieron una casa de espiritualidad.
La esposa del rey Alfonso el Magnánimo, doña María de Castilla, fue la principal promotora de la institución, a ruegos de Francisco Mallo, un franciscano enviado a reformar la orden en la ciudad. Allí habría de residir y morir, fray Nicolás Factor, otro franciscano, famoso por su piedad y devoción, amigo de los grandes religiosos de la Valencia de aquel momento y singularmente de San Luis Bertrán.
El señorío de Patraix, después de haber estado algún tiempo en manos reales, pasó a la familia de los Cárdenas, marqueses de Elche, en el año 1592. Unos años después Felipe II, de visita en Valencia, pasó por el convento de Santa María donde visitó el cuerpo incorrupto del beato Nicolás, al que había admirado en vida.
Pasaría el tiempo, y el palacio de los Cárdenas, donde tenía el señor su residencia, fue habilitado como hospital en tanto que la ciudad padecía una de las cíclicas epidemias de pesta que la azotaban, con cientos de víctimas. El palacio se encontraba en la actual plaza de Patraix; en concreto se afirma que la iglesia fue fundada sobre la caballerizas del área palaciega.
Según las crónicas conocidas, los Cárdenas fueron señores de Patraix hasya el año 1769, en que la propiedad pasa a manos de los Cruilles, con título nobiliario de baronía. Los Cruilles, en la actualidad, siguen siendo, pues, barones de Patraix, a título honorífico, dado que los dominios territoriales de la nobleza fueron suprimidos ahora hace dos siglos.
Es el momento en que Patraix se convirtió en un ayuntamiento, a pesar de que apenas tenía como territorio el de su núcleo de población, puesto que todas las huertas colindantes ya eran de la ciudad de Valencia. Más gtarde, en 1870, Patraix habría de ser el primero de los pueblos colindantes de Valencia que se anexionaron a la ciudad.
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