Miembros de la Comunidad Islámica de Ávila en la mezquita de la capitalÁvila Digital se acerca en esta entrevista a la situación que vive en la actualidad la comunidad musulmana en Ávila y su provincia, tratando diferentes temas sociales con Mohammed Jibreel, presidente de la Comunidad Islámica de Ávila, Mariam Cuenca, secretaria de la misma, y Oussama Boussab, imán de la mezquita de la capital abulense, situada en la calle Garcilaso de la Vega, 27.
¿Qué es la Comunidad Islámica de Ávila?
Mohammed Jibreel: La asociación se creó en 2005 y actualmente somos unas 1.500 personas entre Ávila y su provincia, debido a la llegada de muchos inmigrantes a la ciudad que procesan la religión musulmana, en su mayoría del norte de África. Un grupo de nosotros mantuvimos bastantes reuniones y, con el paso del tiempo, pedimos permiso para la creación de esta Comunidad Islámica, gestionándolo a través de la Unión de Comunidades Islámicas en España (UCIDE). Ingresamos en ella y gestionaron nuestra creación a través del Ministerio de Justicia, quién nos dio el permiso.
¿Cuáles son los objetivos del colectivo que ustedes representan?
M.J.: La Comunidad Islámica se fundamenta sobre el culto, es decir, atender a la gente que procesa la religión musulmana, desde los rezos hasta la enseñanza de la fe musulmana o el intento de dar explicación sobre qué es el Islam a otras personas que no procesan esta religión.
Mariam Cuenca: En primer lugar, son todos los derivados de la práctica de la religión musulmana, es decir, el seguimiento de la oración y formación en el Corán y el árabe, ya que muchos de nuestros miembros vienen del norte de África y desconocen este idioma. Nuestro objetivo no es solo enseñar la religión a los que ya son musulmanes, sino a todos aquellos que estén interesados en conocerlo. En Ávila, por su tradición católica, el mensaje llega lentamente, pero vemos que sí hay gente, principalmente mujeres, que está interesada en esta religión y acuden a nosotros para que los informemos.
¿Qué actividades desarrollan e impulsan desde su asociación?
M.C.: Además de las religiosas ya comentadas, realizamos otras culturales y deportivas con otras asociaciones, como pueden ser de vecinos, de otros inmigrantes y de personas con discapacidad. A ellas, por ejemplo, les acercamos a través de charlas un conocimiento de lo que es el Islam, cuales son nuestras prácticas para que nos entiendan. Lo peor es la ignorancia porque si se ignora no se puede ser tolerantes. Formamos parte de la sociedad y queremos estar presente en ella. Yo, como española que soy, me encuentro entre dos mundos como si dijéramos, y me gustaría destacar cara a la sociedad que no somos un grupo aislado de árabes que se reúnen. Mucha gente lo ve así. El Islam no es propio de una raza o de una nación, sino que es para todo el mundo, yo soy una prueba de ello, ya que, tras ser católica, llevo casi diez años en el Islam, donde he encontrado mi sitio.
M.J.: Nuestra actividad no solo es de culto. Tenemos aquí bastantes jóvenes y fomentamos el deporte. Muchos de ellos, tras rezar en la mezquita, practican diferentes deportes, como el fútbol. Nosotros, como Comunidad Islámica, también participamos en torneos deportivos de la ciudad y, dentro de nuestras posibilidades, acudimos siempre que podemos a diferentes manifestaciones culturales, ya que intentamos introducirnos en la sociedad. La integración es fundamental para nosotros y que haya compenetración con el resto de la sociedad abulense es algo clave en la convivencia. Hasta el momento, gracias a Dios, no hemos tenido ningún problema como entidad, al contrario, participamos en lo que podemos, además de tener la Asociación Cultural Baraka, con la que hemos realizado dos exposiciones y diferentes actividades culturales. Como ha comentado Mariam, no todos los árabes son musulmanes, ni todos los musulmanes son árabes. El Islam es un mensaje universal abierto a todo el mundo. La gente habla del Islam como si fuera el de las películas antiguas y con muchos estereotipos que son falsos. A veces juzgan al Islam sin hablar con un musulmán. Lo lógico es que para conocer una cosa vayas a la fuente. Lo constatamos aquí en España, donde algunos medios de comunicación sabemos que pretenden estas cosas. Nosotros invitamos a quien quiera conocer el Islam a que venga a la misma fuente, ya que nos presentaremos como somos.
En este sentido, ¿existen todavía hoy en día tópicos en torno a los integrantes de la comunidad musulmana?
M.J.: No cabe duda, a veces estos tópicos generan racismo, más ahora con la crisis económica actual que aumenta un poco el pensar mal. Por ejemplo, cuando se dice ‘los moros vienen a quitarnos el puesto de trabajo’ y esto no es así. Cuando hace un año estos inmigrantes musulmanes trabajaban y producían riqueza nadie hablaba de ello. La crisis sabemos que se debe a lo que se debe, no a los inmigrantes. Nosotros hemos venido a introducirnos y participar en la sociedad española, porque esta sociedad nos reclamó, ya que necesitaba esa mano de obra.
En Ávila, ¿se han sentido rechazos por su condición de inmigrantes musulmanes?
Ossama Boussab: Gracias a Dios, en España hay más libertad y el Islam siempre busca la libertad. El mensaje de nuestra religión es buscar la libertad para toda la Humanidad, y cuando el Islam encuentra la libertad actúa mejor, se adapta mejor. Nosotros creemos que el Islam no debe ocultarse en un lugar cerrado como es la mezquita sino que queremos sacar el Islam de un culto a la práctica diaria en el mundo para hacerlo llegar a los que no son musulmanes. Nosotros nos beneficiamos de la libertad y no tenemos problemas con nadie, trabajamos nuestro punto de vista y no esperamos que los demás nos digan si es bueno o malo. Como musulmanes creemos que el Islam es bueno y se adapta a todos los tiempos y lugares, por eso salió de La Meca hace 1.400 años y está hoy presente en todos los rincones del mundo, por el buen comportamiento e imagen de los musulmanes. Como dijo mi compañero hay que buscar el Islam en su fuente para saber qué y cómo es.
M.J.: Aquí en Ávila no hemos constatado ningún foco de racismo que merezca la pena mencionarlo. En el barrio donde tenemos situada la mezquita nos llevamos muy bien con los vecinos y no hemos tenido ningún problema. Como ha comentado el imán, queremos llevar la práctica del Islam a la calle. Siempre hay choques entre vecinos, pero no cosas destacables.
M.C.: Sin embargo hay mucho trabajo por hacer en la sociedad española en general, principalmente a nivel educativo y laboral. Por ejemplo, el hecho de que una mujer lleve pañuelo le impide encontrar un trabajo con la misma facilidad de quien no lo lleva sea o no musulmana. O en los colegios, donde los niños musulmanes que utilizan el servicio de comedor, al menos de una forma generalizada (hay centros en los que sí), tienen que sufrir que no se respeten las pautas alimenticias que nosotros tenemos por ley, como por ejemplo, no comer cerdo o animales que no hayan sido sacrificados por el rito musulmán.
¿Creen que los medios de comunicación en ocasiones fomentan ese racismo o animadversión al tratar temas como el uso del pañuelo o los incidentes acontecidos hace unos días en Córdoba?
M.J.: No cabe duda. Esto sucede no solo en España sino a nivel europeo y se nota más en tiempos de crisis. No vamos a meter a todos los medios de comunicación en el mismo saco, pero en algunos, no voy a mencionarlos, no cabe duda. Si empezamos a juzgar a la gente por su vestimenta caemos en el error de que el musulmán juzga a las personas por su forma de vestir y el no musulmán igual, y hay que juzgar a las personas por su capacidad de dar. Hay una cosa fundamental, la integración no es solo la gente que viene a España de otro país sino también debe ser entendida por el nativo, por lo que tiene que haber un respeto mutuo por la cultura y las costumbre. Hay que limar diferencias transmitiéndonos nuestras diferentes culturas, ya que la integración es respetar al otro, no obligar. Primero, antes que a las costumbres, hay que respetar a la gente como personas a todos los niveles. Hay tópicos que dicen que a los extranjeros los dan un piso y siempre digo que eso me lo demuestren, son rumores que crean problemas. Una sociedad sin respeto no puede avanzar.
¿Qué relaciones tienen con instituciones públicas de la ciudad como Ayuntamiento, Diputación Provincial o Junta de Castilla y León?
M.J.: No tenemos ningún problema en nuestras relaciones con las instituciones, pero que cumpla lo pactado es otra cosa. Tenemos un contacto fluido, acudimos a las reuniones siempre que nos reclaman y la relación es buena.
M.C.: Ahora estamos manteniendo relaciones con el Ayuntamiento de Ávila y otras asociaciones con motivo de la preparación de la Semana Cultural en la que participamos las asociaciones de inmigrantes, aportando cada una de ellas una parte con la realización de diferentes actividades culturales.
Para finalizar, ¿debe ser la educación la base fundamental para la integración y el entendimiento entre culturas diferentes?
M.J.: En eso no cabe duda. Si no hay respeto y educación no hay compenetración, esto es fundamental para entender al otro, ya que todos vivimos en la misma sociedad y nos afecta tanto el bien como el mal. Por ejemplo, nosotros tenemos también una alta tasa de parados, hemos dejado nuestra familia y hemos venido a trabajar para ayudarlos. La mayoría trabajaba en la construcción y ahora muchos están parados, por lo que hay que buscar soluciones con la administración para encontrar una salida digna. Hay que tratar a la personas como seres humanos independientemente de su religión.
Pedimos a la sociedad de Ávila que valore y apoye nuestro trabajo para que sigamos orientando a los musulmanes que aquí vienen hacia el bien para toda la sociedad. Hace muchos años, en Ávila convivían tres culturas y todas ellas aportaron cosas importantes. El Islam siempre da, no coge. En los libros de historia de Ávila se puede comprobar como los musulmanes aportaron como los demás a la ciudad. Nosotros hemos, estamos y queremos seguir aportando y trabajar codo a codo con los abulenses.
M.C.: Cuando hablamos de educación y respeto debe ser en ambos sentidos, no solo del que viene sino los de los que estamos también. Para los musulmanes la forma de vestirnos es muy importante y eso a veces choca. Éste es un punto donde trabajar porque si yo no respeto a mi vecina por que lleve minifalda, no puedo esperar que ella me respete por llevar pañuelo, debe ser algo mutuo. Este respeto debe aprenderse e interiorizarse desde la educación en la escuela a los más pequeños. Por ejemplo, según las estadísticas, el colectivo que da menos problemas en cuanto a integración y respeto son los musulmanes practicantes, ya que el estar bien con tu vecino es una de las reglas fundamentales del Islam, por lo que si estás bien con el más cercano estás bien con la sociedad.
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