Jesús del Pozo, en la mezquita Al-Huda, en la calle Beratúa de Logroño :: / JUAN MARÍN
Jesús del Pozo nació en Ávila. Fue católico practicante, aunque «las contradicciones» de la Iglesia y «una cierta inquietud personal» le hicieron buscar otras respuestas. Quería profundizar en «el verdadero cristianismo» y se encontró con el islam. Hoy preside la Comunidad Islámica de Logroño Mezquita Al-Huda y es el imán (él prefiere decir ) de la mezquita de Murillo de Río Leza. En una sala diáfana de la calle Beratúa, sin más muebles que tres sillas y una estantería llena de libros escritos con hermosos caracteres arábigos, Jesús Muhammad del Pozo conversa sobre religión, sociedad y terrorismo. Habla en voz baja, sin prisas. Gesticula poco y no rehúye ninguna pregunta, aunque a veces se queda callado durante unos segundos, como si escarbara para buscar los adjetivos adecuados.
- Cuando ve tantos asesinatos cometidos en nombre del islam, ¿qué piensa?
- Por un lado siento mucha pena por quienes sufren directamente los atentados. Y, por otro, también siento pena por los musulmanes. El trabajo de muchos años de convivir, de construir, de practicar islam positivamente... cualquier cosa de estas lo tira por tierra. ¿Cómo alguien de familia musulmana llega a esto? Estoy seguro de que sus padres no se lo enseñaron. Porque esa primera generación que vino y que se había educado en mezquitas y en escuelas coránicas no se ha comportado nunca así; y sin embargo esa segunda generación que ha nacido y se ha educado aquí, en la escuela pública, asume estas posturas que son absolutamente contrarias a lo que dice el islam. El islam prohíbe matar inocentes y castiga duramente a quien lo hace. El Corán dice que asesinar a una persona inocente equivale a haber matado a la humanidad entera. No nos lo podemos explicar.
«El problema es cuando alguien sin conocimientos lee un versículo y saca una conclusión extraviada»
- En julio ha habido 154 atentados de signo de yihadista con 744 muertos. El 90% de ellos, musulmanes. ¿Estamos viviendo una guerra civil en el mundo islámico?
- Pero no sería una guerra entre musulmanes, sino una guerra contra el islam. El terrorismo es una forma de lucha categóricamente prohibida por el islam. Cuando se habla de , se habla de esfuerzo, de la búsqueda de la perfección, de la lucha por hacer el bien. Solo admite la guerra defensiva, cuando hay una agresión de un territorio perfectamente establecido contra otro. Pero esta forma de luchar, de asesinar población civil, está taxativamente prohibida en todas las escuelas del islam. El terrorismo lo sufre Occidente, pero lo están sufriendo sobre todo los países musulmanes. Estos grupos terroristas se salen de los límites del islam y lo perjudican de manera clara.
- Hace cuarenta o cincuenta años, los grupos salafistas apenas existían. ¿Por qué vivimos esta especie de eclosión?
- No lo sé. No me queda más remedio que pensar que una fuerza externa al islam está creando y fomentando estos grupos que arremeten directamente contra los musulmanes. Cuando atentan en Occidente, buscan generar una reacción de odio que les dé nuevos argumentos para convencer a más jóvenes de estos. Si no existiesen, la convivencia, especialmente en España, sería armónica.
-Sin embargo, cuando uno lee el Corán, encuentra mensajes a veces opuestos. Dice claramente que «no cabe coacción en asuntos de fe» (2, 256) e incluso invita a cristianos, judíos y musulmanes «a competir en hacer buenas obras» (5,48). Pero también apostilla: «Si los hipócritas se vuelven hostiles, cogedles y matadles allí donde los encontréis» (4, 89). ¿Cómo conjugamos esas contradicciones?
- Hay toda una ciencia de exégesis del Corán. Hay versículos que abrogan a otros por el tiempo en que fueron revelados. Llegó un momento en que los sabios llegaron al consenso de que la interpretación del Corán y de la sunna ya había sido completada y que todos los casos había que juzgarlos a la luz de esta recta interpretación. Sin embargo, han surgido corrientes modernas que rompen ese consenso y llaman a interpretar el Corán libremente. Eso puede acabar en problemas, cuando gente con muy poco conocimiento lee un versículo concreto o un hadiz (frase o acción atribuida al profeta) y lo sigue literalmente sin tener en cuenta otros diez que lo matizan o lo revocan. Y en su mente enferma eso le hace llegar a conclusiones enfermizas. Pero eso se da en todas las ideologías. Ahí tenemos el caso, dentro del cristianimo, del noruego que arremetió a tiros contra los socialistas que estaban en un campamento. Y esas tesis peligrosas sí se pueden ver fomentadas por intereses económicos. Hay grandes corporaciones que se enriquecen con el conflicto y con la guerra. Y eso es muy difícil de combatir.
«Buscan crear una reacción de odio que les dé nuevos argumentos para convencer a más jóvenes»
- ¿Y qué se puede hacer aquí y ahora?
- Lo único que podemos hacer todos es buscar el bien común y las cosas que nos unen con nuestros vecinos. No debemos dejar que nuestras pequeñas diferencias nos hagan olvidar que somos seres humanos.
- ¿El islam es compatible con la democracia liberal?
- No hay una forma de gobierno única para los musulmanes. El islam es compatible con muchos sistemas de gobierno y, entre ellos, con la democracia. Si esa democracia es real, no oprime a la gente y deja libertad de culto a los musulmanes, es perfectamente compatible. Para nosotros la democracia de corte occidental no es perfecta, le encontramos fallos (a veces por ejemplo hay fraudes), pero sería una de las fórmulas posibles. Solo si se nos prohibiera a los musulmanes tener mezquitas o sitios para hacer nuestra adoración, deberíamos buscar otro lugar; pero nuestra opción en ese caso sería la emigración, jamás el terrorismo.
- Sin embargo, los cristianos se quejan de que esa tolerancia no sea correspondida por algunos países oficialmente islámicos en los que no se consiente la presencia de iglesias.
- No sé si hay algún caso en que no se permitan...
- Arabia Saudí, por ejemplo.
- Creo que incluso ahí, aunque no conozco bien el caso. Pero en Marruecos, que lo tenemos más cercano, hay catedrales, monasterios... Hace poco leí un artículo de un fraile que vivía en una ciudad marroquí del interior en el que hablaba de cómo se sentían totalmente respetados, ayudados y protegidos por la población y por las autoridades.
Las donaciones
- Ahora se teme la influencia del islam más rigorista, patrocinado por países ricos como Arabia Saudí, Catar o los emiratos del golfo Pérsico. ¿Deberíamos impedir que el dinero saudí exporte el wahabismo, esa visión radical del islam?
- Mientras las corrientes estén dentro de los límites del islam consensuado no habría mayor problema. El problema son las corrientes que no están avaladas por ninguna universidad o centro islámico reputado, sino que son visiones personales de gente con poco conocimiento. El problema es la gente que está fuera del islam, incluso con antecedentes delictivos, y de repente se acerca al islam y en cinco minutos lee un versículo o un dicho del profeta y saca una conclusión extraviada. Pero, volviendo a la pregunta, las donaciones a las mezquitas casi nunca provienen de países, sino de fieles y van ligadas a proyectos concretos que buscan ayudar a la comunidad. Creo que la financiación del terrorismo va por otro lado.
- ¿Quién vigila a los imanes? Y no me refiero a la Policía, sino a la propia comunidad islámica. ¿Quién acredita a los imanes y quién vela para que no prediquen ideas extraviadas?
- La propia gente los vigila y los detecta. De hecho, este imán del que se habla (no sé hasta qué punto podemos llamarlo así) había sido rechazado en otro lugar y había montado una escisión de la mezquita principal. Un imán puede dar un discurso perfectamente correcto en la mezquita y luego reunirse clandestinamente con otras personas, como sucedió en Ripoll. ¿Cómo se vigila eso? La seguridad al cien por cien es imposible, pero las asociaciones a las que pertenecen las mezquitas nos cuidamos muy mucho de que los imanes sean gente sin tacha y ya no solo en su labor sino también en su vida privada.
- Si algún lector quisiera conocer más el islam y saber qué dice y qué prohíbe, ¿qué le recomendaría?
- Leer el Corán, pero es importante que vaya acompañado por comentarios autorizados. Que lo lean, y si encuentran algún versículo oscuro o extraño, que pregunten a algún vecino musulmán o que acudan a la mezquita. Para conocer el islam lo mejor es el contacto con los musulmanes.
- El Corán en su momento (siglo VII) supuso un avance para la mujer . Ahora, sin embargo, se critica la postergación femenina en buena parte del mundo musulmán. ¿La liberación de la mujer es la gran tarea pendiente del islam?
- Yo no lo veo así. El Corán en su tiempo dio una libertad inmensa a la mujer y creo que se la sigue dando. La actividad de las mujeres musulmanas ha sido muy grande en todas las civilizaciones islámicas. La primera mujer presidenta de un país fue una musulmana. Otra cosa es que haya tradiciones particulares de algunos pueblos, que arrastran costumbres a veces anteriores al islam. Eso se ve en el modo de vestir y se aprecia de manera evidente en Marruecos, donde se ven mujeres, todas creyentes, vestidas de muy diferentes maneras. Ocurre que se tiende a pensar en el islam que esa forma de vestir es impuesta; algo que nadie piensa cuando ve una monja carmelita. No se puede negar la influencia que en cada caso tiene la familia, pero la libertad es grandísima.
- Una mujer que decida no llevar velo, ¿puede entonces ser considerada una buena musulmana?
- Hay muchas que no lo llevan. Y nadie le puede decir a una mujer musulmana que no lo es porque no lleva pañuelo. El islam es muy amplio.
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