FILIPINAS,27/03/2014, AFP
El presidente filipino, Benigno Aquino III (tercero a la der.), y el primer ministro malasio, Najib Razak (cuarto a la izq.), asisten como testigos a la ceremonia de firma del acuerdo de paz entre el Gobierno filipino y el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), después de 30 años de lucha armada. (EFE.)
El presidente de Filipinas y el dirigente del principal movimiento separatista musulmán firmaron este jueves en Manila un acuerdo de paz histórico para poner fin a uno de los conflictos más largos y sangrientos de Asia.
"Este acuerdo detallado sobre (la región de) Bangsamoro corona nuestro combate", declaró Murad Ebrahim, jefe del Frente Moro Islámico de Liberación (MILF). Bangsamoro es un término que designa un territorio musulmán en esta región. El MILF se comprometió a deponer las armas a cambio de la creación de una región autónoma en el sur del archipiélago, en la isla de Mindanao, un territorio musulmán en un país con un 80% de católicos.
Esta ceremonia oficial es el colofón de meses de negociaciones entre el movimiento rebelde y una delegación gubernamental, impulsadas por el presidente, Benigno Aquino. "Ahora tenemos ante nosotros un camino que puede llevar a un cambio permanente en la isla musulmana de Mindanao", declaró el presidente en la ceremonia ante miles de personas.
Los cinco millones de musulmanes filipinos (sobre una población que ronda los 100 millones) consideran el sur del país como su tierra ancestral desde la llegada de mercaderes procedentes de Arabia en el siglo XIII. El MILF luchó por su independencia, pero al final aceptó la creación de una región autónoma.
Las negociaciones entre representantes del Gobierno y el MILF concluyeron con éxito en enero. La rebelión comenzó en los años 70 y se cobró unas 150.000 vidas, convirtiéndose en una de las más largas y sangrientas de Asia. El movimiento rebelde se comprometió a desarmar a sus, aproximadamente, 10.000 hombres, siguiendo el modelo aplicado en Irlanda del Norte.
- "Seguiremos luchando" -
La región autónoma, que abarcará un 10% del territorio filipino, contará con su propia policía, con un parlamento regional y con potestad para recaudar impuestos. Los temas de defensa quedarán, por el contrario, bajo control del Gobierno central.
Los dirigentes de MILF estarán al frente de una autoridad provisional en la región, antes de la celebración de las elecciones regionales en 2016. Será un gobierno laico. Sin embargo, tanto el MILF como el Gobierno y los observadores independientes coinciden en que el acuerdo no garantiza de por sí una paz duradera y prevén numerosos obstáculos en el camino antes de mediados de 2016, cuando termina el mandato de Benigno Aquino.
Entre estos escollos destaca la existencia de otros grupos guerrilleros, como los Combatientes Islámicos para la Libertad de Bangsamoro (BIFF), que podrían intentar echar abajo los acuerdos lanzando ataques en el sur del país. "Seguiremos luchando contra el Gobierno porque queremos la independencia y nada más", declaró por teléfono a la AFP Abu Misry Mama, portavoz del grupo. Otro grupo disidente rebelde, el MNLF, rival del MILF, concluyó un acuerdo con el Gobierno central en 1996, que se ha saldado en un fracaso.
La aplicación del acuerdo necesita previamente que el Congreso vote una "ley fundamental", pero los políticos católicos del sur del país se oponen a este acuerdo de paz, que podría marginarlos. Según los analistas, harán todo lo posible para postergar la ley en el Parlamento.Todo apunta a que presentarán un recurso ante el Tribunal Supremo. Este tribunal ya cambió en 2008 un acuerdo anterior. Los jueces estimaron inconstitucional colocar bajo control del MILF amplias porciones del territorio nacional.
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