TORRE DE LA CIMA. Trabajos de descubrimiento por parte de los arqueólogos de una de las torres de la fortificación de la Carència. / LPLos técnicos han trabajado en una zona artesanal de la Carència y hallan hornos y una de las torres de la fortificación en la cima del yacimiento
El trabajo de los arqueólogos consiste en tratar de sacar de los vestigios del pasado la información más objetiva. Una vez documentada y estudiada lo más importante es darla a conocer no sólo al mundo de la ciencia sino también ponerla al alcance de los ciudadanos.
Este es uno de los objetivos que el equipo multidisciplinar del Servicio de Investigación Prehistórica (SIP) quiere poner en valor en uno de los yacimientos iberorromanos más importantes del territorio valenciano: la Carència de Turís.
Dirigido por la arqueóloga Rosa Albiach, y tras las últimas excavaciones realizadas en esta «gran ciudad», y después de la declaración del yacimiento como Bien de Interés Cultural (BIC), «lo que queremos es poner en valor este gran pedazo de la historia del territorio valenciano», explicó Albiach.
Con este objetivo, el equipo está confeccionando un itinerario didáctico «para que vecinos y visitantes puedan conocer cómo se vivía en este gran poblado, cómo era su urbanismo, y sobre todo, la interrelación con la multitud de yacimientos que dependía de él», recalcó Albiach.
Así se tendrá que acondicionar un itinerario con paneles y flechas para que estudiantes y vecinos puedan ver este yacimiento. Este recorrido sólo se realizará por los terrenos que son de propiedad municipal, ya que una parte del yacimiento está en manos privadas por lo que se tendrán que deslindar las parcelas.
Por lo que se refiere a la campaña de excavaciones de este verano, Rosa Albiach señaló que el equipo de 16 arqueólogos han trabajado en una zona artesanal, «donde hemos encontrado muchos restos de adobe y cal que denota que podrían ser hornos para la fabricación de los materiales de construcción del poblado y sobre todo cerámica». También se ha limpiado la zona de las tres murallas y se ha hallado una de las torres en la cima, lo que hace de este yacimiento íbero el único que tiene en el territorio valenciano una triple fortificación.
«Cada vez está más claro que estamos ante el vestigio urbano de la desaparecida Kili, la enigmática ciudad iberromana acuñada como Kili/Gili en algunas monedas valencianas», dijo.
«Su vasta extensión de 8,5 hectáreas, la presencia de tres murallas defensivas y recintos fortificados, así como su amplio período de ocupación durante más de siete siglos y la gran cantidad de yacimientos que han sido detectados alrededor de esta peculiar ciudad-estado nos permiten hablar de La Carència como una candidata perfecta», apuntó Albiach.
La Carència es un poblado de gran extensión que tiene una continuidad de ocupación desde el Bronce Final, pasando por las épocas ibérica, romana republicana y romana imperial, hasta alcanzar el periodo islámico.
Gracias a los trabajos de la investigadora Milagros Gil-Mascarell acometidos en los años 1971 y 1972, se dató la secuencia cronológica de una parte del yacimiento, así como el tipo de construcciones.
La pretensión del SIP, al retomar el estudio en 2001, fue consolidar el yacimiento, dada su importancia.
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