domingo, 27 de mayo de 2018

Volcados con Medina Azahara

Córdoba,27 Mayo, 2018,eldiadecordoba.es,ÁNGEL ROBLES


Isabel Ambrosio, Antonio Ruiz, Miguel Ángel Vázquez y Esther Ruiz, en primer término, con los alcaldes y concejales al fondo en el yacimiento arqueológico. / EL DÍA

La provincia respalda, unánime, la declaración de la antigua ciudad califal como Patrimonio Mundial, pero no hay que olvidar que el apoyo debe ser el de los turistas que nos visitan

Estuvieron todos, o casi todos. Un total de 63 alcaldes de municipios cordobeses -de los 75 que hay- respondieron el miércoles al llamamiento hecho por la Diputación de Córdoba para respaldar la declaración de Medina Azahara como Patrimonio Mundial por parte de la Unesco. El reconocimiento se da por hecho después de que hace unos días los técnicos del Icomos dieran el visto bueno al expediente, y el hecho de que una iniciativa acapare tal grado de unanimidad debe ser motivo de felicitación: por fin avanza algún proyecto en esta provincia a la que parece gustarle enrocarse en debates estériles y eternos.

En el acto del viernes hubo alcaldes del PSOE, del PP, de IU e independientes, todos unidos con un mismo objetivo, algo casi inédito en los últimos años en Córdoba. De alguna manera, recordó a aquellas mareas azules a favor de la Capitalidad Cultural, una aventura que ya sabemos cómo finalizó.

Lo cierto es que la inclusión de Medina Azahara en la lista del Patrimonio Mundial supone un espaldarazo de ánimo para una provincia que lo necesita, pues situaría a Córdoba en una situación privilegiada a la hora de abrirse al turismo y aumentar la estancia media, el auténtico talón de Aquiles del sector. Y, por qué no, podría ayudar a revertir la llegada de visitantes, en caída sin control desde principios de año.

Pero la etiqueta de la Unesco, por sí misma, no es garantía de nada. ¿Sabrían situar la localidad de Ivrea en un mapa de Italia? ¿En qué país ubicarían los parajes mineros de Rosia Montana? ¿Han hecho ya planes para visitar la catedral de Namburg, en Alemania? Estos tres bienes, como Medina Azahara, también serán sometidos a los dictámenes de la Unesco el próximo mes de junio en Baréin para entrar en la lista de lugares del planeta que es necesario preservar para el conocimiento de las generaciones venideras, y posiblemente no les suenen de nada. Tal vez en Italia, Alemania o Rumanía ocurra algo similar con Medina Azahara. Habría que hacer esa reflexión a la inversa para no dejarse llevar por un entusiasmo desmedido y pensar que el reconocimiento de la ciudad palatina va a resolver los problemas de Córdoba, como desde algunas administraciones se está dando a entender. ¿Sitúan en un mapa de Europa la ciudad de Zatec? ¿Preparados para una ruta de senderismo por Aasivissuit-Nipisat? ¿Tal vez una visita al yacimiento arqueológico de Göbekli Tepe, que también cuenta con el dictamen favorable del Icomos? Ahí van otros tres ejemplos de localizaciones de Europa en idénticas situaciones a la ciudad califal omeya.

La inclusión de Medina Azahara en la lista de la Unesco, desde luego, es una excelente noticia. Como en su momento lo fueron el reconocimiento de la Mezquita-Catedral, el Centro Histórico o la Fiesta de los Patios. Falta ahora que las administraciones competentes hagan un plan serio para preservar el bello paisaje que rodea el yacimiento arqueológico pese a las parcelas; mejorar las conexiones para que llegar al monumento no se convierta en una odisea para los turistas; plantear un programa de excavaciones a largo plazo para mejorar el conocimiento científico que se tiene sobre las ruinas y, sobre todo, falta un plan de marketing potente que sitúe a Córdoba, a Medina Azahara, a todo lo que tenemos que ofrecer en la primera división del turismo mundial. Los alcaldes y los cordobeses ya están convencidos, ahora falta atraer a los turistas.

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