El lema olvidado del Madrid musulmán

Madrid,17/02/2018,lavanguardia.com,JUAN SARDÁ

El mensaje escrito sobre una pared de la plaza de Puerta Cerrada (Juan Sardá)

Un grafiti en Puerta Cerrada recuerda los orígenes de la ciudad

“Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son”. Son muchos los que paseando por el centro de Madrid se han encontrado este críptico mensaje escrito sobre una pared de la plaza de Puerta Cerrada, a dos pasos de la Plaza Mayor y donde se encuentra la famosa Cruz de Cuchilleros.

No es una ocurrencia de algún grafitero o un arranque poético sin sentido, es un mural obra de Alberto Corazón que es el lema de Madrid cuando se llamaba Mayrit y fue fundada en el siglo XII por los musulmanes aunque en esta historia incluso nos podemos remontar a los tiempos de los visigodos.

Es el lema de Madrid cuando se llamaba Mayrit y fue fundada en el siglo XII por los musulmanes (Juan Sardá)

Fue el cronista de Madrid López de Hoyos el que nos contó que el primer emblema de Madrid consistía en una piedra dura sumergida en el agua con dos eslabones a los lados entrelazados que frotan una piedra de sílex. En ese escudo había dos lemas. Uno era “Sic Gloria Labore” (“En el trabajo está la gloria”) y el otro ese “Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son” que se refiere a dos cosas.

Por una parte, los árabes fundaron la ciudad precisamente en este enclave por la abundancia de aguas subterráneas de la ciudad así como el caudaloso arroyo que atravesaba la actual calle Segovia. Por otra parte, las antiguas murallas de la ciudad, construidas con sílex, provocaban un destello de luz cada vez que una flecha chocaba con ellas, provocando un destello que daba la impresión de que eran de “fuego”.

El mural es obra del diseñador Alberto Corazón (Juan Sardá)

Existe división de opiniones entre los eruditos sobre el propio origen de Madrid. Para algunos, se remonta a la época visigoda y proviene de “Matrice”, que en aquel idioma de la antigüedad significaba “madre de aguas”.

Otros, en cambio, opinan que fueron los árabes, fundadores de la villa, los que inventaron el nombre fundiendo “Mayra” (madre o matriz) con “it”, que significa lugar. Casi mil años después, muchos han olvidado ese remoto pasado pero en un muro de Puerta Cerrada un misterioso mensaje nos recuerda que la capital fue una vez un lugar conocido por su abundancia acuífera.