miércoles, 30 de marzo de 2016

Mohamed el Ghaidouni “La educación es el instrumento para enfrentarnos al extremismo”

Barcelona,30/03/2016,infotalqual.com/R. EL Younoussi y E. Rodriguez


Mohamed el Ghaidouni en la sede de ITQ Rashid el Younoussi

Entrevista con Mohamed el Ghaidouni, presidente de la Unió de Comunitats Islàmiques de Catalunya.

Resides en Catalunya desde principios de los años 90, ¿Cómo ha evolucionado la relación entre la comunidad musulmana y la comunidad local desde entonces hasta la actualidad?

La comunidad musulmana en Catalunya se inició en los 70, con las primeras emigraciones a Terrasa, aunque de forma masiva es a partir de los años 90. Sabemos que la tipología de la comunidad llegada aquí en su momento era una comunidad con un nivel académico básico, con lo que las cualidades para una integración rápida en la comunidad de acogida no ha sido fácil. Este proceso ha tenido que madurar con el tiempo. y por lo tanto, vemos que en los 90, el movimiento de asociacionismo empezó en los lugares de culto, ¿por qué en los lugares de culto? Bien, es porque, para estas comunidades , la primera necesidad que se instala, después de tener un trabajo es cumplir con la práctica religiosa musulmana. Dentro del conjunto de esas prácticas, es obligatoria la oración en grupo, y para llevar a cabo esa obligación, la comunidad musulmana aquí ha tenido que buscar locales donde llevar a cabo la oración diaria. El desarrollo ha seguido en un sentido positivo cuando han empezado a llegar para terminar su formación. Muchos de estos musulmanes que han terminado aquí sus estudios también se han integrado en estas asociaciones antes comentadas, aunque ya no solo circunscritas a la práctica religiosa, ahora también hay asociaciones culturales, deportivas… 

¿Qué deberes quedan por hacer, por ambas partes?

En este sentido, lo que todavía puede ocurrir es que exista el llamado “choque de percepciones”, es decir, cuando tú llegas a una sociedad llegas a una cultura diferente, a una cultura diferente. En este sentido, lo que se debe hacer es acercarse unos a otros, primero para conocerse, y luego para quitarse esos miedos y prejuicios que por ambos lados pueden haber. Si no se conocen de cerca, es entonces cuando se encierran en sus propias percepciones del otro, que no averiguan si son ciertas o no. Ese es el choque del que hablaba antes. En este sentido, el primer deber, de ambos, es el de reconocerse el uno al otro: conocer el otro idioma, la otra cultura, religión… 

Desde fuentes del ministerio de interior, se aseguró en su momento que “La mitad de las mezquitas más extremistas del Estado están en Catalunya”. ¿Qué hay de cierto en eso? 

Un ministro de interior no puede actuar desde juicios de valor. Cuando afirmas que se predica el integrismo, ¿qué quiere decir “integrismo” aquí? Primero, como ministro, debería definir ese término, y luego, cuando lo defina, ya podremos ver qué dicta la legislación española. Si esta gente está actuando, como dice, sin hacer caso a la legislación, entonces me parece muy raro que no tome medidas contra ello. No se puede permitir, desde la comunidad musulmana, que se use nuestra religión para hacer política. 

¿Hay alguna mezquita extremista, en cualquier caso? ¿Alguna en la que se fomente el radicalismo? 

Nosotros no hablamos radicalismo, sino de la necesidad de proyectar un Islam compatible con la realidad del país en que cada uno viva. Es cierto que, en ese sentido, tenemos una dificultad que se añade al ya de por sí complejo proceso de integración de la comunidad musulmana. Estamos seguro de que esto evolucionará con el tiempo, de la misma manera que ha evolucionado en otros países europeos.  

Una de sus reivindicaciones es la necesidad de que la formación de los imanes en Cataluña?

Exacto. Hemos dicho que uno de los principales problemas que tenemos es el de proyectar un Islam compatible con la realidad de la sociedad ¿y quién se encarga de proyectar este Islam? Son los imanes. Entonces, el primer paso que tenemos que dar es formar a estos imanes. Un imán que desconoce el catalán, en el caso de aquí, un imán que desconoce la realidad cultural y social de Cataluña y su historia, no puede  proyectar un Islam compatible con todo eso. 

¿Cuáles son los motivos que ha encontrado el Estado Islámico para captar personas en España?

Cuando se habla del Estado Islámico se habla de un fenómeno relativamente reciente, al menos en su forma de captación. Después de los atentados de Nueva York, el concepto de terrorismo ha pasado de un concepto de un territorio determinado a uno de índole mundial. El enemigo ahora, en fin, se puede tener en la casa de al lado. El estado islámico ha sabido utilizar las contradicciones en las que viven las nuevas generaciones de musulmanes en occidente. Y aquí, de nuevo, surge la pregunta: ¿qué hemos hecho mal (ya sea como comunidades religiosas o como gobiernos) para que estos jóvenes opten por ir a morir fuera de Europa? Juntos tenemos que buscar una respuesta y establecer un proceso para reducir este fenómeno de radicalización exprés. Si hablamos de la crisis de la identidad, yo puedo entender  que un joven francés de tercera generación, de raíces árabes, pueda sentir esta fractura de identidad y que sea un objetivo fácil del Estado Islámico. Visto así, lo puedo entender. Lo que no puedo entender es qué ha pasado en la cabeza de este joven. Hay que ver qué se ha hecho en otros países que ya están en otra generación, como en Francia y Bélgica, ver qué se ha hecho bien y qué mal, para aprender de eso. 

¿Estamos a tiempo?

Yo creo que sí. En España no estamos hablando de un laicismo extremista como el de Francia. El artículo 16 de la Constitución dice que el estado español es aconfesional. Además, en el 92 se firmaron con la comisión islámica unos acuerdos según los cuales podemos establecer aquí una comunidad musulmana integrada sin problemas en la sociedad española.

¿Qué opinión tiene sobre el uso de la religión en el discurso terrorista?

Se utiliza la religión musulmana para hacer negocios. Si sale en primera página un titular que tiene que ver con el radicalismo o conceptos así, ligados al término musulman, pues entonces los periódicos vuelan. No puede ser que se utilice la religión como coartada para hacer negocios, igual que, como he dicho antes, para hacer política. Y también hay una maquinaria informativa del Estado Islámico que quiere hacer ver al mundo que es una organización potente, y ellos también están utilizando al Islám como coartada. 

Como órgano que representa a la comunidad musulmana en Catalunya, ¿qué medidas ha tomado para afrontar este problema? 

Nosotros, por ejemplo, estamos en calidad de consultores cuando hay algún conflicto entre integrantes de nuestra comunidad. Nuestra misión es guiar ese conflicto hacia una salida positiva. También insistimos mucho, tanto con el Govern catalán, como con la Dirección Catalana d’ Afers Religiosos y el Departament d’ Ensenyament, en que lo más importante es la educación. La salida es la educación como instrumento para enfrentarnos al extremismo.

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