Esta nueva tragedia en aguas del Egeo se produce a pocas horas de la reunión que ocho Estados miembros de la UE y Turquía planean celebrar este jueves para estudiar cómo asentar a los refugiados.
Otros seis niños refugiados fallecían ahogados el miércoles en dos naufragios ocurridos por separado en aguas del Mar Egeo cuando intentaban, acompañados de sus familias, cruzar desde las costas de Turquía hasta las vecinas islas griegas.
Los cuerpos de dos niños iraquíes de dos y seis años de edad eran localizados flotando en el agua por pescadores turcos frente a la turística localidad de Çesme, quienes alertaron a la Guardia Costera Turca del hallazgo. Los dos pequeños formaban parte de un grupo de unos 200 refugiados que intentaban llegar a Grecia antes de que su embarcación se hundiera, y que fueron posteriormente rescatados.
En otro incidente separado, otros cuatro niños también de entre seis y dos años de edad eran hallados muertos el mismo día frente a las costas de la localidad de Bodrum, en la provincia turca de Muğla. Según informó la prensa local los guardacostas turcos rescataron a un total de 58 personas de nacionalidad iraquí, siria y afgana después de que el pequeño bote de 14 metros de eslora en el que viajaban se fuera a pique. Entre los refugiados había 22 niños, algunos en estado grave a causa de la hipotermia, incluyendo un niño sirio de sólo tres años de edad que fue trasladado de urgencia al hospital.
Una de las supervivientes, madre de una niña de tres años muerta en el mismo naufragio, aseguró en declaraciones a la agencia de noticias turca Doğan que había podido salvar a uno de sus hijos en plena oscuridad cuando la embarcación comenzó a hundirse, y que no fue hasta ser trasladada a tierra por los guardacostas turcos cuando supo que su hija había perecido ahogada.
La mujer, identificada como Saneya Kurbani, dijo que habían pagado 2.000 dólares por persona a dos traficantes turcos que les prometieron llevarlos hasta una isla griega en un yate, pero que finalmente aparecieron en medio de la noche únicamente con un pequeño barco pesquero. “Encendieron el motor del bote y luego se fueron”, dijo Kurbani, añadiendo que había 62 personas a bordo.
Esta nueva tragedia en aguas del Egeo se produce en medio de los preparativos para la reunión que ocho Estados miembros de la Unión Europea –Austria, Bélgica, Finlandia, Alemania, Grecia, Luxemburgo, Holanda y Suecia- liderados por la canciller alemana Angela Merkel y Turquía planean celebrar este jueves en el marco de una cumbre de la UE sobre seguridad fronteriza, y durante la que los nueve países estudiarán cómo alojar a los refugiados.
El martes el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, pidió a los Estados miembros de la UE mayores esfuerzos para acoger temporalmente a las miles de personas que huyen del conflicto en Siria y a compartir responsabilidades con Turquía en la asistencia a los refugiados. “Turquía es un socio clave en nuestros esfuerzos para ayudar de una forma digna a estas personas desgraciadas”, subrayó Juncker.
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