domingo, 18 de enero de 2015

González es partidario de expulsar a los inmigrantes que no acepten 'nuestro modelo de convivencia'

Madrid,17/01/2015,SERVIMEDIA


 La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre (c), el presidente... La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre (c), el presidente madrileño, Ignacio González, y la consejera de Educación, Juventud y Deporte, Lucía Figar, al inicio del foro Libertad y Seguridad. BALLESTEROS EFE

Dice que hay que defender sin complejos "nuestros valores y reglas de convivencia"
El presidente de Madrid considera que el islamismo radical que es "un riesgo real"

El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, abogó hoy por expulsar del país a los inmigrantes que "no acepten nuestro modelo de convivencia" y corran riesgo de convertirse en una amenaza para "la libertad" y la seguridad de los españoles.

González hizo estas declaraciones en el marco del 'Foro libertad y seguridad' que el PP desarrolla este fin de semana en Madrid, donde intervino en la mesa 'España un país solidario, el reto de la inmigración'.

Junto a él tomaron la palabra la secretaria general de Inmigración y Emigración, Marina del Corral; los presidentes de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, Juan Vivas y Juan José Imbroda, respectivamente, y el subdirector general de Relaciones Internacionales, Inmigración y Extranjería del Ministerio de Interior, Jesús Sotero Fernández-Caballero.

González explicó en primer lugar que la comunidad que preside cuenta con 900.000 inmigrantes de 180 nacionalidades distintas, de los cuales 300.000 tienen ya doble nacionalidad, lo que supone un 14% de la población madrileña.

En términos generales, dijo, Madrid no tiene conflictos en materia de integración. La inmigración es un fenómeno "positivo" si se encauza ordenada y legalmente y su volumen no supera la capacidad de absorción del país de destino.

González alertó de que en caso contrario la inmigración puede tener efectos negativos, que pueden incluir el asentamiento y proliferación del crimen organizado, los riesgos terroristas o la presión social por movimientos masivos de llegada de extranjeros.

Para enfrentar este fenómeno es necesaria una política común clara y conjunta que ponga límites a las oleadas migratorias y evitar que quede afectada la convivencia social, la integración y el mantenimiento de derechos.

En ese sentido, González insistió en la necesidad de una inmigración ordenada, con todos los permisos y con expectativas de encontrar empleo y de integrarse. Reconoció que el islamismo radical es un riesgo real y que las sociedades occidentales están en su derecho de defenderse ante quienes atacan sus principios y valores.

Sin complejos

Abogó en ese sentido por "expulsar" a todos aquellos inmigrantes que no asuman que van a vivir en una sociedad distinta a la de origen, con unos valores y unas reglas de convivencia que es necesario defender sin complejos.

"El islamismo radical es una amenaza para España y para Europa. Todos debemos asumir el compromiso de defender nuestro país, nuestra civilización como hemos hecho estos días en unión con el pueblo francés", añadió.

"Estamos encantados de que la gente venga pero tienen que asumir nuestros valores y las reglas de juego que nos hemos dado. No se trata de imponer nada, queremos respetar a todo el mundo, pero los que vienen tienen que asumir que se van a un país distinto y que tienen que aceptar nuestro modelo de convivencia", explicó.

El presidente madrileño aprovechó su intervención para desacreditar la política de extranjería hecha por los distintos gobiernos socialistas y reprochó a la izquierda su gestión "irresponsable" de un problema que para ellos siempre se ha solucionado con el máxima de "papeles para todos".

Educar a segundas y terceras generaciones

Por su parte, Del Corral insistió en la necesidad de control de las fronteras y pidió hacer los mayores esfuerzos para "transmitir nuestros valores democráticos" y "educar" a las segundas y terceras generaciones de inmigrantes en ellos para lograr una plena integración.

Por su parte, Imbroda reconoció que la valla de Melilla ha servido para dar visibilidad al problema de la inmigración y admitió que a veces hay que adoptar medidas "muy desagradables" para poner coto a la inmigración ilegal.

Insistió en que el auge del fenómeno yihadista hace cada vez más necesario "saber quien entra por la ventana de tú casa" y dijo que ahora "más que nunca" es necesario "tener en cuenta la seguridad" de las sociedades de acogida de los inmigrantes.

Tras asegurar que los musulmanes son las primeras víctimas del integrismo radical, insistió en la necesidad de que sean los propios creyentes islámicos los que rechacen las agresiones yijadistas: "No queremos que te conviertas, pero sí que nos ayudes" a combatir el fenómeno radical, remachó.

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