El Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM) expresó el domingo su inquietud por las "amalgamas" que podrían afectar al conjunto de los musulmanes, luego de una redada contra islamistas radicales sospechosos de haber atacado un comercio judío y de proyectar otras acciones contra esa comunidad.
“En momentos en que miembros de redes extremistas (...) son objeto de detenciones, el CFCM llama a la conciencia y a la responsabilidad de cada uno para evitar toda amalgama con el conjunto de los musulmanes”, declaró el presidente del organismo Mohamed Moussaoui.
El dirigente aseguró que la totalidad de los miembros de la comunidad musulmana están “profundamente afectados por la instrumentalización hecha de su religión por esos individuos”.
El presidente del CFCM también llamó a que la práctica religiosa de los musulmanes no sea “fuente permanente de polémicas y debates públicos, algunos de los cuales contribuyen a estigmatizar y a rechazar al prójimo”.
La policía francesa desmanteló el sábado una organización de doce jóvenes franceses, delincuentes de poca monta convertidos al Islam radical, sospechosos de haber perpetrado un ataque contra un comercio judío y de tener en proyecto otras acciones contra esa comunidad.
Las declaraciones del dirigente musulmán se producen luego de que un alto dirigente de la UMP (principal partido francés de oposición), Jean-François Copé, provocara airadas críticas cuando la semana pasada ilustró un discurso describiendo la agresión sufrida por un niño francés de parte de un “delincuente”, por comer (“un pan de chocolate”), algo prohibido durante el Ramadán (ayuno ritual anual de los musulmanes).
Después de la operación policial contra la célula islámica radical, este domingo el presidente francés François Hollande prometió “la movilización total del Estado para luchar contra el terrorismo” tras haber recibido a representantes de la comunidad judía.
Hollande había llamado también al presidente del CFCM para asegurarle que “los autores de actos criminales no serían confundidos con el conjunto de la comunidad musulmana de nuestro país”.
“Los musulmanes de Francia no deben pagar por el islamismo radical, pues son también las víctimas”, declaró François Hollande. En este contexto, se supo ayer de una querella presentada por un agente de flete aéreo de religión musulmana, al que le retiraron la autorización de acceso a la zona de seguridad del aeropuerto de París-Roissy por infundadas sospechas de terrorismo.
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