Varios musulmantes rezan en un mezquita del barrio del Raval de Barcelona. | Quique García* Montilla suaviza la pionera ley que preparaba el vicepresidente Carod
* Originalmente la normativa preveía esta reserva obligatoria
La Ley de Cultos que prepara el Gobierno catalán es una iniciativa pionera en Europa. Pero el propio tripartito entiende que algunos de los artículos del proyecto habían ido demasiado lejos y ha decidido enmendarla. En la primera versión, los ayuntamientos debían reservar obligatoriamente un espacio del suelo municipal en sus planes de ordenación urbanística para lugares de culto de diversas confesiones religiosas. El paso atrás consiste en que ahora no será una obligación, sino una posibilidad.
Según fuentes conocedoras de los trabajos para la aprobación de la ley, la participación del presidente de la Generalitat, José Montilla, ha sido decisiva en ese cambio de rumbo. Pese a que las competencias sobre los asuntos religiosos son, en virtud del pacto de Gobierno, del vicepresidente Josep Lluís Carod-Rovira, y pese a que el propio Carod-Rovira llevó en un principio todo el peso del proyecto de ley, Montilla se ha arrogado finalmente la jurisdicción sobre la materia.
El presidente catalán decidió hace unos meses deshacer el embrollo en el que se había metido Carod, según las mismas fuentes: «Al vicepresidente se le fue de las manos, estaba prometiendo cosas que no podía cumplir y la intervención de Montilla fue un cambio de rumbo importante».
A pocos días de que la ley entre en la última fase previa a su aprobación, el polémico artículo cuarto queda suavizado -donde decía que los ayuntamientos «han de prever» una reserva de suelo dirá sólo que «podrán reservar suelo»- y a cambio se incluye un párrafo que faculta a los representantes de las confesiones religiosas a «comparecer en la redacción de planes urbanísticos» municipales.
El PP se queja de que, aunque las enmiendas han eliminado la obligatoriedad de reservar suelo para equipamientos religiosos, la nueva redacción seguirá previendo esa eventualidad. Los populares opinan que muchos municipios tienen prioridades más urgentes, como la de construir hospitales u otras instalaciones de primera necesidad, y no tienen suelo público suficiente.
Fuentes parlamentarias del tripartito explicaron a Efe que la ley se ha enmendado después de consultar con expertos, para «evitar confusiones» y redactarla con «más consenso» con la sociedad civil y los representantes religiosos.
Asimismo, estas fuentes señalan que con las enmiendas se evitarán malentendidos, como que entidades religiosas exijan equipamientos a los municipios, al tiempo que remarcan la importancia de introducir en la ley la adaptación de los planes de ordenación urbanística «de acuerdo con la disponibilidad de cada municipio».
El objetivo es que la ley sea más «flexible» con los requisitos que deben cumplir los centros ya existentes, sobre todo en materia de seguridad y salubridad, porque la ley «no busca cerrar masivamente los centros religiosos».
La ley también cambiará de nombre, ya que con las enmiendas se omitirá la alusión a «centros de reunión con fines religiosos» y únicamente se denominará Ley de centros de culto.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
A pocos días de que la ley entre en la última fase previa a su aprobación, el polémico artículo cuarto queda suavizado -donde decía que los ayuntamientos «han de prever» una reserva de suelo dirá sólo que «podrán reservar suelo»- y a cambio se incluye un párrafo que faculta a los representantes de las confesiones religiosas a «comparecer en la redacción de planes urbanísticos» municipales.
El PP se queja de que, aunque las enmiendas han eliminado la obligatoriedad de reservar suelo para equipamientos religiosos, la nueva redacción seguirá previendo esa eventualidad. Los populares opinan que muchos municipios tienen prioridades más urgentes, como la de construir hospitales u otras instalaciones de primera necesidad, y no tienen suelo público suficiente.
Fuentes parlamentarias del tripartito explicaron a Efe que la ley se ha enmendado después de consultar con expertos, para «evitar confusiones» y redactarla con «más consenso» con la sociedad civil y los representantes religiosos.
Asimismo, estas fuentes señalan que con las enmiendas se evitarán malentendidos, como que entidades religiosas exijan equipamientos a los municipios, al tiempo que remarcan la importancia de introducir en la ley la adaptación de los planes de ordenación urbanística «de acuerdo con la disponibilidad de cada municipio».
El objetivo es que la ley sea más «flexible» con los requisitos que deben cumplir los centros ya existentes, sobre todo en materia de seguridad y salubridad, porque la ley «no busca cerrar masivamente los centros religiosos».
La ley también cambiará de nombre, ya que con las enmiendas se omitirá la alusión a «centros de reunión con fines religiosos» y únicamente se denominará Ley de centros de culto.
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