Ayer comenzó el Ramadán, el mes bendito de la fe islámica
Alicante,02-09-2008,www.laverdad.es,MIRIAM SÁNCHEZ.-
ORACIÓN. Varios musulmanes rezan, ayer, en la mezquita de Alicante. / UBALDO ARACIL
El noveno mes del año lunar se celebra en la religión islámica el mes bendito del Ramadán. Ayer comenzó este periodo de ayuno y recogimiento que dura treinta días y que todo creyente debe cumplir. Ayunar durante este periodo de tiempo es una obligación para todo musulmán, ya que forma parte de los cinco pilares básicos del Islam. Desde el alba hasta la puesta de sol los fieles han de abstenerse de comer, beber y mantener relaciones sexuales.
«El ayuno no sólo significa privarse de placeres del cuerpo, también tiene un componente moral y espiritual. Los fieles se abstienen de enfadarse, no hablan mal de los demás y respetan al prójimo», explica Khaled Saleh, profesor y administrativo de la Comunidad Islámica de Alicante.
Quien come intencionadamente durante el día o mantiene relaciones con su esposa durante el Ramadán, contraviniendo las obligaciones del Islam, debe ayunar sesenta días por cada día que come como castigo. «El Islam es lógico y hay flexibilidad, no va contra el ser humano, por eso, hay excepciones como los ancianos, los enfermos o las embarazadas», puntualiza Saleh.
Además, el profesor cuenta que el Ramadán tiene para los musulmanes beneficios morales y materiales. «El musulmán siente el hambre para tomar conciencia de lo que padecen los pobres y la alegría de obedecer a Alá», dice.
«Ayunar ayuda a controlar los placeres del cuerpo y a elevar la voluntad del hombre», explica Khaled Saleh. «Si una persona nunca ayunó y, por circunstancias, se ve obligado a ayunar durante un viaje o por su situación, no podrá aguantar y comerá cualquier cosa. Se deben controlar los placeres para no sobrepasar el límite y no hacer daño a los demás», explica.
Por otro lado, el ayuno purifica el cuerpo. «Hay mucha gente que enferma del estómago por comer en exceso. Durante el Ramadán el cuerpo hace un trabajo interior y gasta alimentos almacenados purificándose», cuenta.
Finalmente, el Ramadán ayuda a los musulmanes a ser generosos. «Iguala a los ricos y a los pobres porque ambos ayunan por igual y es un tratamiento espiritual porque, durante el ayuno, aumenta la concentración, la calma y se llega a un estado de paz».
Cuando llega el ocaso y se pone el sol, los musulmanes pueden romper su ayuno. «Se debe desayunar con algo ligero, leche, agua y algo dulce, como los dátiles. Después rezamos la oración de la puesta de sol», cuenta Saleh.
El Islam decreta que se deben rezar cinco oraciones al día, pero durante el mes del Ramadán se incluye una especial, el Tarawih, «para recitar el Corán lo más completamente posible, o completamente», según explica la web Islam para todos.
Albadani Rami, un miembro de la comunidad musulmana de Alicante, explica de durante el Ramadán «tiene lugar la mejor noche de todo el año, que es mejor que mil noches». La web Islam hoy llama a esta noche Lailat-Ul Qadr y la describe así: «La llegada del mes del Ramadán trae consigo uno de los acontecimientos más importantes y especiales, tanto real como simbólicamente, para un musulmán: Lailat-Ul Qadr, la noche del decreto. Ésta es la noche en la que Muhammad (Maoma) recibió la primera revelación del Sagrado Corán y así comenzó su misión como profeta y Mensajero de Allah».
Durante la noche, los musulmanes pueden comer y beber. «Hay gente que prepara comidas típicas de Ramadán que no hacen durante todo el año, invitan a las familias y reparten comida entre los pobres en la mezquita. Pero no se trata de ayunar durante el día y comer muchísimo en la noche. El mes de ayuno sirve para purificar y se debe comer para poder reponer fuerzas y realizar correctamente el trabajo y las actividades durante el día», explica el profesor Khaled Saleh.
Tras los veintinueve o treinta días de Ramadán (dependiendo del calendario lunar), los musulmanes celebran una gran fiesta. «Normalmente dura tres días, pero los que vivimos aquí, para respetar los horarios de trabajo, sólo celebramos un día».
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
Alicante,02-09-2008,www.laverdad.es,MIRIAM SÁNCHEZ.-
ORACIÓN. Varios musulmanes rezan, ayer, en la mezquita de Alicante. / UBALDO ARACILEl noveno mes del año lunar se celebra en la religión islámica el mes bendito del Ramadán. Ayer comenzó este periodo de ayuno y recogimiento que dura treinta días y que todo creyente debe cumplir. Ayunar durante este periodo de tiempo es una obligación para todo musulmán, ya que forma parte de los cinco pilares básicos del Islam. Desde el alba hasta la puesta de sol los fieles han de abstenerse de comer, beber y mantener relaciones sexuales.
«El ayuno no sólo significa privarse de placeres del cuerpo, también tiene un componente moral y espiritual. Los fieles se abstienen de enfadarse, no hablan mal de los demás y respetan al prójimo», explica Khaled Saleh, profesor y administrativo de la Comunidad Islámica de Alicante.
Quien come intencionadamente durante el día o mantiene relaciones con su esposa durante el Ramadán, contraviniendo las obligaciones del Islam, debe ayunar sesenta días por cada día que come como castigo. «El Islam es lógico y hay flexibilidad, no va contra el ser humano, por eso, hay excepciones como los ancianos, los enfermos o las embarazadas», puntualiza Saleh.
Además, el profesor cuenta que el Ramadán tiene para los musulmanes beneficios morales y materiales. «El musulmán siente el hambre para tomar conciencia de lo que padecen los pobres y la alegría de obedecer a Alá», dice.
«Ayunar ayuda a controlar los placeres del cuerpo y a elevar la voluntad del hombre», explica Khaled Saleh. «Si una persona nunca ayunó y, por circunstancias, se ve obligado a ayunar durante un viaje o por su situación, no podrá aguantar y comerá cualquier cosa. Se deben controlar los placeres para no sobrepasar el límite y no hacer daño a los demás», explica.
Por otro lado, el ayuno purifica el cuerpo. «Hay mucha gente que enferma del estómago por comer en exceso. Durante el Ramadán el cuerpo hace un trabajo interior y gasta alimentos almacenados purificándose», cuenta.
Finalmente, el Ramadán ayuda a los musulmanes a ser generosos. «Iguala a los ricos y a los pobres porque ambos ayunan por igual y es un tratamiento espiritual porque, durante el ayuno, aumenta la concentración, la calma y se llega a un estado de paz».
Cuando llega el ocaso y se pone el sol, los musulmanes pueden romper su ayuno. «Se debe desayunar con algo ligero, leche, agua y algo dulce, como los dátiles. Después rezamos la oración de la puesta de sol», cuenta Saleh.
El Islam decreta que se deben rezar cinco oraciones al día, pero durante el mes del Ramadán se incluye una especial, el Tarawih, «para recitar el Corán lo más completamente posible, o completamente», según explica la web Islam para todos.
Albadani Rami, un miembro de la comunidad musulmana de Alicante, explica de durante el Ramadán «tiene lugar la mejor noche de todo el año, que es mejor que mil noches». La web Islam hoy llama a esta noche Lailat-Ul Qadr y la describe así: «La llegada del mes del Ramadán trae consigo uno de los acontecimientos más importantes y especiales, tanto real como simbólicamente, para un musulmán: Lailat-Ul Qadr, la noche del decreto. Ésta es la noche en la que Muhammad (Maoma) recibió la primera revelación del Sagrado Corán y así comenzó su misión como profeta y Mensajero de Allah».
Durante la noche, los musulmanes pueden comer y beber. «Hay gente que prepara comidas típicas de Ramadán que no hacen durante todo el año, invitan a las familias y reparten comida entre los pobres en la mezquita. Pero no se trata de ayunar durante el día y comer muchísimo en la noche. El mes de ayuno sirve para purificar y se debe comer para poder reponer fuerzas y realizar correctamente el trabajo y las actividades durante el día», explica el profesor Khaled Saleh.
Tras los veintinueve o treinta días de Ramadán (dependiendo del calendario lunar), los musulmanes celebran una gran fiesta. «Normalmente dura tres días, pero los que vivimos aquí, para respetar los horarios de trabajo, sólo celebramos un día».
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