Trabajos arqueológicos en el tramo del Metro de la Avenida de Andalucía. / JAVIER ALBIÑANA
Los especialistas tienen que realizar parte de la excavación debajo de la losa de cubierta ya ejecutada
Nueve meses transcurren ya desde que los arqueólogos tomaron el mando en el tajo del Metro en la Avenida de Andalucía y el cruce con Armengual de la Mota, impulsando lo que es la mayor excavación que se realiza en España, con una dimensión de 4.000 metros cuadrados. En este intervalo de tiempo, la excavación materializada ha sacado a la luz el entramado de parte de un barrio musulmán de la Málaga de los siglos XI, XII y XIII y restos de cuatro piletas de los siglos XVIII y XIX cuyo estado de conservación es destacado por los técnicos.
El valor de lo hallado ha acabado por merecer la protección cultural de parte de estos elementos, que tras ser extraídos de sus emplazamientos originales serán expuestos al público en una sala especialmente habilitada en el túnel del suburbano en Callejones del Perchel. Un espacio que, a su vez, permitirá la contemplación de la parte de la muralla nazarí encontrada en esta parte del trazado del ferrocarril urbano, catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC).
El avanzado estado de la tarea arqueológica es evidente a simple vista. De las zanjas abiertas meses atrás apenas permanece viva la labor en un tramo de la Avenida de Andalucía cercano a la calle Nazareno del Paso, así como a la parte de la calle situada frente al edificio de Hacienda, pocos metros antes del puente de Tetuán.
Pero conforme el paso de los arqueólogos se ha acercado a este punto la tarea gana en complejidad. Porque buena parte de los trabajos pendientes ya han empezado a ejecutarse bajo la losa de cubierta ya ejecutada en la antesala misma de la Alameda Principal, donde se dejan ver las primeras acciones.
La exigencia de intervenir a cubierto se produce después de que las empresas adjudicatarias de esta parte de la infraestructura, una alianza integrada por Acciona y Sando, acometiesen la construcción de los muros pantalla y la posterior reposición de la calle Nazareno del Paso sin que previamente se desarrollase la labor arqueológica precisa. Y ello ante la necesidad de dar respuesta durante la pasada Semana Santa al paso de las procesiones de las varias cofradías, así como de los autobuses de la Empresa Malagueña de Transportes en su tránsito hacia la calle Hilera.
Imagen de las piletas encontradas y de la excavación bajo la losa de cubierta. / S. S.
Ante esta circunstancia, según confirmaron desde la Consejería de Fomento, los especialistas en la materia avanzan ya en un trabajo que les obliga, casi, a funcionar como topos, adentrándose debajo de la losa de cubierta. De acuerdo con las estimaciones iniciales, la previsión es que este punto del tajo la antigüedad de los restos que se puedan encontrar sea la misma que en el resto de la traza. La intervención podría realizarse a unos cuatro o cinco metros bajo tierra. "Es como excavar en una mina, como en una cueva", indicaron especialistas en la materia.
Desde Fomento no precisan el plazo que resta para completar las tareas arqueológicas en el tramo de la Avenida de Andalucía, aunque no es descartable que sean aún varias semanas las que queden por delante. Un periodo que incluirá la extracción de las cuatro piletas rescatadas por Cultura y de las que los especialistas ponen en valor su carácter único. Las mismas eran usadas para el tratamiento de pieles.
Estos elementos serán también trasladados al al túnel de Callejones del Perchel, donde están almacenadas ya, por ejemplo, las piezas de lo que fue una vivienda típica musulmana. La intervención sobre este amplio espacio soterrado será acometida por la Agencia de Obra Pública, aunque se desconocen por el momento los detalles tanto económicos como de plazos de esta intervención.
En la parte frente a El Corte Inglés las excavaciones han dejado a la vista "una ciudad tras otra, superpuestas a lo largo de más de ocho siglos de historia, desde la ciudad musulmana del siglo XI hasta los restos de la ciudad contemporánea del siglo XIX", resaltaban desde la Administración regional. Una de las particularidades del descubrimiento es que ha permitido constatar que el arrabal musulmán, sobre el que se asienta el actual barrio de los Callejones de El Perchel, "era ya en el siglo XI una extensión organizada y urbanizada de calles principales y secundarias sobre las que se ubican las viviendas y los servicios públicos".
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