Trabajos en la torre que da nombre a Torrealquería. / SUR
Los trabajos de restauración reciben el visto bueno de Hispania Nostra, entidad de utilidad pública encargada de catalogar el grado de peligro de los bienes de valor histórico.
La torre nazarí que da nombre a la barriada de Torrealquería (Alhaurín de la Torre), lleva años en la 'lista roja' del patrimonio en riesgo de desaparición. Este catálogo, gestionado por la entidad de utilizad pública Hispania Nostra, reúne los yacimientos, monumentos y edificios de valor histórico en peligro de derrumbe o pérdida por su falta de conservación. Pero el conjunto arquitectónico ha cambiado de bando, y ahora está en la 'lista verde', después de que la organización haya dado el visto bueno a los trabajos que desde hace una semanas está desarrollando el Ayuntamiento sobre la estructura.
Esta torre, catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC), pertenece a la época nazarí, y aunque no se ha podido fechar con precisión, los expertos atribuyen su construcción al siglo XIV. Representa el esplendor que tuvo Alhaurín de la Torre durante ese periodo histórico en el ámbito rural y es a día de hoy uno de los cinco vestigios históricos más antiguos de la localidad. Sin embargo, los expolios y una conservación escasa habían llevado a la torre a ser poco más que cuatro muros al borde del colapso, un hecho que ha cambiado desde la intervención de los servicios municipales.
La valoración de la organización se ha hecho oficial una vez sus expertos han constatado «la desaparición del deterioro progresivo que se venía observando en los años anteriores fruto de su abandono», según han explicado desde el Ayuntamiento en un comunicado.
Con respecto al reconocimiento de Hispania Nostra, que lleva cuarenta años trabajando por la conservación del patrimonio nacional, la concejala de Patrimonio Histórico-Artístico, Marina Bravo, ha expresado su satisfacción: «No hay que olvidar que hemos estado muchos años peleando por poder ejecutar este proyecto, entre permisos, trámites, autorización de la Junta... esta obra era urgente, pero nuestra intención es seguir actuando para hacer una restauración completa».
Cuando el Ayuntamiento anunció el plan de restauración, aseguraron que la principal prioridad era eliminar el riesgo de derrumbe, que era real, y a partir de ahí consolidar el resto de la estructura para dejarla en el mejor estado posible. Los trabajos fueron adjudicados a una empresa especializada y están supervisados por expertos en restauración, arquitectura y arqueología. La inversión ronda los 90.000 euros y los objetivos son, según indican desde el Consistorio, «garantizar su conservación, evitar la aparición de futuras patologías en la estructura, eliminar elementos y añadidos inadecuados y avanzar en su conocimiento».
La actuación encargada por el Ayuntamiento forma parte del plan de Alcaldía para proteger y poner en valor no solo la torre, sino todo el yacimiento, considerado de gran importancia histórica y arqueológica por los múltiples restos encontrados de civilizaciones pasadas, desde romanos a musulmanes. Está situado en el denominado Cortijo del Conde Mollina, lugar conocido principalmente por ser donde fueron apresados el general José María Torrijos y sus compañeros en el año 1831, uno de los principales episodios históricos de la España del siglo XIX.
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