miércoles, 29 de mayo de 2019

El joven que tiró un huevo a un senador ultraconservador donó 70 mil dólares a las víctimas de Christchurch

Christchurch,29 de mayo de 2019,EFE


Will Connolly, detenido tras el enfrentamiento con el senador

Miles de usuarios habían aportado dinero para pagar los gastos legales del caso (y para "comprar más huevos"), pero el adolescente tuvo defensa gratuita.

El joven que arrojó un huevo al senador australiano ultraconservador que culpó a la inmigración musulmana por el ataque supremacista en dos mezquitas de la ciudad neozelandesa de Christchurch donó a sus víctimas cerca de 70 mil dólares, los cuales le habían sido aportados por miles de personas para afrontar los posibles gastos legales.

"¡Finalmente! Tras una gran cantidad de burocracia, hoy se transfirieron 99.922,36 dólares australianos a la Fundación Christchurch para Apoyo a las Víctimas!", dijo Will Connolly en su cuenta de Instagram.

El dinero corresponde a lo que se recolectó a través de las plataformas Go Fund Me para ayudar al adolescente de 17 años. En las solicitudes, además de buscar financiar la defensa, también se le sugería "comprar más huevos", en apoyo a su acción.

Al lograr representación legal gratuita y evitar que se formularan cargos en su contra, el llamado "Egg boy" (chico del huevo), tratado como un héroe por muchos, decidió donar el dinero, según explicó él mismo en su cuenta de la red social, en la que agradeció el apoyo recibido y llamó a "seguir difundiendo amor".

Connolly saltó a la fama al difundirse las imágenes en las que apareció estrellando un huevo en la cabeza del senador ultraconservador Fraser Anning en Melbourne, después de que éste dijera que la masacre de Christchurch fue culpa de las políticas "que permiten la migración de musulmanes fanáticos".

En las imágenes se ve también como el senador respondió con dos puñetazos antes de ser apartado por su personal de seguridad mientras dos seguidores del controvertido político placaron al joven y lo inmovilizaron en el suelo hasta que llegó la policía, que lo dejó ir poco después.

El australiano Brenton Tarrant es el único acusado por la matanza de Christchurch, en la que el pasado 15 de marzo murieron 51 musulmanes y medio centenar resultaron heridos, y por la que se enfrenta a 51 cargos de asesinato, 40 por intento de asesinato y uno por terrorismo.

Tras esa masacre, que fue retransmitida en directo por Facebook, el Gobierno neozelandés impulsó una reforma de la normativa sobre tenencia de armas semiautomáticas y de las regulaciones de las redes sociales para evitar la propagación de mensajes de odio, además de crear una Comisión Real que investigue los hechos.

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