miércoles, 27 de marzo de 2019

El liderazgo de Jacinda Ardern suscita admiración en todo el mundo

Sídney (Australia),26/03/2019,(EFE).Rocío Otoya


El liderazgo mostrado por la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, tras el atentado terrorista antimusulmán del 15-M, ha suscitado admiración en todo el mundo e incluso hay quienes piden que se le otorgue el Premio Nobel de la Paz.

"Estamos desesperados por encontrar al héroe del día. Jacinda Arden hizo lo que pensaba que debía hacer en un momento difícil como ése y encima logró reconfortar a todo un país", explicó a Efe el español Ferran Martínez Coma, profesor de ciencias políticas de la Universidad Griffith de Australia.

Tras el atentado atribuido al supremacista blanco australiano Brenton Tarrant en dos mezquitas de Christchurch, en el que murieron 50 musulmanes, Ardern calificó el incidente de terrorista, se negó a mencionar por su nombre al presunto autor para negarle la notoriedad que parecía buscar y anunció una reforma de la ley de tenencia de armas.


Además, Ardern consoló a las víctimas y a sus familias, mostró respeto a sus creencias al vestir un velo islámico y convirtió el dolor de la minoría musulmana en el de todo el país al pronunciar una frase que ya se ha vuelto icónica: "somos uno, ellos somos nosotros".

Los gestos de Ardern han suscitado alabanzas en todo el mundo, en las que se destaca su liderazgo y su humanidad.

Muestra de ello es una petición en change.org para que se le conceda el Nobel a la primera ministra que acumulaba más de 35.800 firmas el lunes, mientras que otra similar en el portal francés Avaaz sumaba más de 3.500.


Entretanto, el New York Times publicaba un editorial titulado "Estados Unidos merece una líder tan buena como Ardern", mientras que el New Yorker remarcaba que la mandataria "ha re-escrito el guión de cómo una nación guarda luto tras un atentado terrorista".

Por su parte, la líder de 38 años declaró al portal neozelandés Stuff que no creía que esté mostrando liderazgo, sino humanidad.

"En política podemos decidir dar ejemplo... realmente creo que todo lo que estoy haciendo es mostrar los valores de los neozelandeses", declaró la primera ministra, que ya dio que hablar al mundo cuando el año pasado apareció con su bebé ante la Asamblea General de la ONU para hablar de cuestiones de la mujer.

Con una imagen moderna y liberal, la laborista Jacinda Ardern se convirtió en 2017, a los 37 años, en la primera ministra más joven de la historia de su país tras acordar una alianza de gobierno con los partidos Verdes y Nueva Zelanda Primero.

Nacida el 26 de julio de 1980 en Hamilton, en la Isla Norte, Ardern se crió en las localidades de Morrinsville y Murupara, donde el 16 % de los niños viven en hogares de desempleados y un 11 % de los menores de 15 años sufren inseguridad alimentaria.

De sus años en Murupara, la primera ministra recuerda "el impacto de la falta del trabajo y la esperanza y lo que pasa cuando no se invierte en los niños".

Tras afiliarse al Partido Laborista a los 17 años, pronto destacó rápidamente en las juventudes de la formación política, se licenció en Comunicaciones por la Universidad de Waitako y, con el tiempo, se convirtió en la parlamentaria más joven de Nueva Zelanda en 2008.

En agosto de 2017, Ardern sucedió a Andrew Littler al frente del laborismo, después de que el partido depositase su confianza en ella para dirigir a la formación a la victoria en las elecciones del 23 de septiembre de aquel año, lo que desencadenó una "Jacindamanía" en Nueva Zelanda que ahora ha traspasado las fronteras del país.

Martínez Coma explicó la fascinación por Arden en el contexto de un mundo en el que el presidente de Estados Unidos es el polémico Donald Trump, la británica Theresa May se enfrenta a los problemas del Brexit o Rodrigo Duterte preside Filipinas.

"Hay que entender desde la perspectiva de con qué te comparas y quién es el punto de referencia", remarcó el politólogo al reconocer que "a nivel humano y del 'mainstream', Ardern capitaliza mucha gente, aunque probablemente los electores neozelandeses conservadores no van a cambiar su voto".

"Habría que ver qué hace de aquí a diez o quince años, si sigue dando lecciones de liderazgo como el lograr que los palestinos e israelíes dejen de pelear, entonces sí se podría compararla con líderes como Nelson Mandela, que se pasó 40 años en la cárcel, y luego pensar en darle el Nobel", precisó el académico.EFE

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