Los Bomberos asisten a las personas evacuadas del inmueble que ha sufrido un incendio BOMBERS
La policía agredece el gesto al centro islámico, que generó recelos al abrir hace menos de un año
La mezquita del barrio de La Bordeta, en Barcelona, ha abierto sus puertas nada más amanecer, coincidiendo con la hora del primero de los cinco rezos diarios del islam, para cobijar a los 70 vecinos de dos bloques de viviendas que los Bomberos y la policía han evacuado poco después de las 5.00 horas, al declararse un incendio en uno de ambos inmuebles, situados en la calle Súria. La comunidad islámica de Sants se asentó hace menos de un año en la misma acera donde se ha producido el siniestro, no sin algún recelo de una parte del vecindario, explican en la asociación de vecinos de la zona.
El oratorio ha dado hoy cobijo y desayuno a lo largo de la mañana a las familias del edificio afectado, al que difícilmente podrán regresar hoy, debido a que las llamas han destrozado las instalaciones de agua, luz y gas. La Guardia Urbana de Barcelona ha agradecido públicamente el gesto de la entidad musulmana.
"En el islam, ayudar viene antes que rezar", postulaba Ahmed este mediodía a la entrada del centro islámico. Mientras los Bomberos seguían revisando el estado de las viviendas y balizando las más perjudicadas, los últimos vecinos que permanecían en el templo lo abandonaban cargando con los enseres que han podido recoger de sus casas en bolsas.
Ahmed ha sido uno de los primeros en llegar antes de que rompiera el alba: "He visto que la policía estaba en la calle y nos han pedido ayuda para que abriéramos el local y que la gente pudiera entrar". El presidente de la comunidad, el imam y los fieles han repartido a los vecinos entre el pasillo y las salas de los bajos, y los han acomodado en los pupitres donde se imparten clases de árabe a los niños."Hemos dado de desayunar y hemos repartido agua. También hemos hecho té caliente y hemos ofrecido los lavabos por si alguien necesitaba lavarse", ha comentado Ahmed.
El domicilio donde ha empezado el fuego se ha calcinado y otros cinco se han visto parcialmente dañados. Algunos otros han quedado en parte tiznados por la columna de humo que ha ascendido por el patio comunitario. Los Bomberos no impiden que los habitantes regresen al bloque, aunque avisan que no es habitable al no disponer por ahora de suministros. "Pueden volver a retirar objetos, pero no se puede vivir. No podrán cocinar, no podrán bañarse ni reúne condiciones de salubridad e higiénicas", ha evaluado Iván Novo, jefe de guardia de los Bomberos de Barcelona.2
Maria Teresa Orquín ha sido de las últimas vecinas en salir del centro islámico. Antes de marcharse acompañada por un bombero para examinar su vivienda, ha vuelto a agradecer la atención a Ahmed. "Tengo medio piso inundado, no tenemos luz y la nevera se ha quemado", ha recontado Orquín, que vive justo encima del domicilio donde se ha desatado el fuego. "He oído que saltaba una alarma y nosotros hemos podido salir por nuestro pie. Nos han llevado primero al portal de delante, porque la mezquita no estaba todavía abierta a esa hora", ha precisado la mujer.
"En la asociación de vecinos tuvimos trabajo hace un año para sensibilizar a los vecinos por la llegada de la mezquita", ha reconocido uno de los integrantes del movimiento vecinal de La Bordeta. "Es una comunidad que lleva 40 años en el barrio, estaba en otro local cercano, pero con este ambiente de fobia que hay, hubo vecinos que se alarmaron y hubo algo de campaña en contra", ha recordado. Aún más tensos fueron los primeros meses de apertura de otro oratorio musulmán hace un año en la otra punta de Barcelona, en Nou Barris, donde se llegó a denunciar el acoso de grupos ultras a los creyentes.
Ahmed admite que la comunidad se ha encontrado con cierta desconfianza desde que se mudaron, pero destaca que la relación con los vecinos es cordial. En todo caso, han organizado jornadas de puertas abiertas en el local para vencer suspicacias. Ahmed piensa que se enfrentan a la sospecha a causa del desconocimiento y el temor al terrorismo yihadista. "Hay locos que nos hacen mucho daño a los musulmanes. Hay quien cree que en la mezquita se hacen cosas malas, pero aquí puede venir cualquiera. Abrimos las puertas muy tranquilos. No escondemos bombas ni nada que no se pueda enseñar", ha defendido.
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