Nueva York, 22 feb 2019 (EFE).
Las autoridades chinas han estado recolectando ejemplares de ADN de millones de personas de la minoría musulmana uigur con la ayuda de tecnología estadounidense, según revela un reportaje publicado este viernes por el New York Times.
La pieza señala que estos esfuerzos son parte de una campaña llevaba a cabo por China para tratar de controlar a esta etnia, de los que ya se ha detenido a cerca de un millón en la región de Xinjiang, al noroeste de China, en lo que denominan campos de reeducación.
Grupos de defensa de derechos humanos afirman que la recopilación de ADN se ha llevado a cabo para crear una base de datos que podría utilizarse para el rastreo de cualquier uigur que se resista a las férreas medidas de las autoridades.
Por su parte, el gobierno chino afirma, siempre según el periódico neoyorquino, que la base de datos, igual que sucede en EE.UU., se utiliza como una herramienta para luchar contra el crimen.
Según el New York Times, para potenciar las capacidades de su base de datos de ADN, científicos afiliados a la policía china han utilizado equipos fabricados por Thermo Fisher, una compañía con base en Massachussets, EE.UU.
Además, con el objetivo de comparar el ADN de los uigur con gente del resto del mundo, China también utilizó material facilitado por Kenneth Kidd, un destacado experto en genética de la Universidad de Yale.
El pasado miércoles, Thermo Fisher afirmó que ya no vendería su maquinaria en Xinjiang, donde ha sucedido la mayor parte de la campaña de las autoridades chinas para rastrear a los uigurs, y dijo en un comunicado enviado al New York Times que estaba tratando de averiguar para qué se había usado su tecnología.
La recolección del ADN, señala el diario, se llevó a cabo a través de una campaña en la que se ofrecía un examen médico gratuito para todos los ciudadanos, en el que participaron entre 2016 y 2017 unas 36 millones de personas, según datos de la agencia de noticias oficial de China, Xinhua.
Durante el procedimiento, se recogían muestras de ADN, imágenes del iris y otros datos personales, según grupos de defensa de derechos humanos.
Por su parte, el gobierno de Xinjian negó en un comunicado que se estuviera recogiendo ADN durante los exámenes médicos gratuitos, y dijo que los equipos que adquirieron las autoridades estaban destinados únicamente al “uso interno”.
El reportaje del New York Times se publica poco más de dos semanas después de que dieciséis organizaciones no gubernamentales pidieran al Consejo de Derechos Humanos de la ONU que ordene una investigación sobre la supuesta detención de un millón de uigur en Xinjiang.
Entre ellas, organizaciones como organizaciones como Amnistía Internacional (AI), Human Rights Watch (HRW), Defensores Chinos de los Derechos Humanos (CHRD), PEN America o el Congreso Mundial Uigur, que dicen que China encierra a miembros de esta minoría en campos de reeducación sin ningún proceso legal, basándose en un sistema de vigilancia por alta tecnología extremadamente intrusivo.
“Xinjiang se ha convertido en una prisión a cielo abierto” donde aproximadamente una décima parte de la población musulmana de la zona es sometida a “asimilación cultural forzada y arrestos arbitrarios”, denunció entonces el secretario general de AI, Kumi Naidoo.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU, formado por 47 países, celebra su próxima sesión plenaria del 25 de febrero al 22 de marzo en Ginebra y las ONG reclaman que en ella se apruebe una resolución contra China ordenando una investigación externa de sus prácticas contra los uigures en Xinjiang. EFE
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