Los cerca de 49.000 musulmanes de Castelló celebran la Fiesta del cordero PACO POYATO | ACF
El parque Rafalafena albergó la primera oración del día de las tres mezquitas de la capital
Las decenas de miles de creyentes musulmanes que residen en la provincia celebraron ayer una de las festividades más importantes del calendario islámico: «la fiesta del cordero» o «Eid al Adha».
En ella, los musulmanes conmemoran el pasaje del Corán en el que Abraham (Ibrahim) estuvo a punto de matar a su hijo Ismael como prueba de su sumisión y lealtad a Dios. En el último momento, cuando el profeta iba a quitar la vida de su hijo, Dios paró el brazo Abraham y le proporcionó un cordero para sacrificarlo en su lugar y usarlo como ofrenda en lugar de su vástago.
Para realizar el sacrificio del cordero se pone al animal mirando a la Meca y se intenta infringirle el menor daño posible dejando que expulse toda la sangre. Además, dicho sacrificio solo lo puede hacer el cabeza de familia o, en su defecto, otra persona autorizada ya que en algunos países la ley no lo permite. Cuando el animal es sacrificado mediante estos requisitos su carne se llama «halal» y puede ser tomada por los creyentes mientras que las de las reses sacrificadas de otras forma no se puede comer por los creyentes.
El «día del cordero» comienza con una oración matutina, veinte minutos después de la salida del sol. Tras ello, a lo largo de la mañana se realiza el sacrificio del animal. La res no debe ser obligatoriamente un cordero, también se sacrifican vacas, toros, cabras, terneros; incluso camellos y dromedarios en alguno países. Uno de los lugares en los que se hizo el rezo al amanecer fue en el parque de Rafalafena, donde se reunieron creyentes de las tres mezquitas situadas en la capital de La Plana y de otras localidades cercanas. En total, en la provincia de Castelló hay 25 mezquitas con cerca de 49.000 creyentes musulmanes actualmente.
Tras el sacrificio, las familias se juntan para comer y festejar juntas. Una de las mayores tradiciones de esta fiesta es compartir la carne con los vecinos y parientes. Hay corrientes dentro del propio Islam, que eximen a las familias de tener que hacer el festejo si no pueden permitirse la compra del cordero o del animal que se vaya a sacrificar. Sin embargo, cuando esto ocurre, es costumbre dar una parte del animal sacrificado a las personas necesitadas para que también puedan festejar. Tradicionalmente, la carne obtenida se divide en tercios: uno para la persona que ha obsequiado el cordero, otra para parientes y vecinos y un última para las personas necesitadas, como se ha dicho más arriba.
Uno de los puntos que suelen escoger las familias musulmanas para las comidas con sus allegados y parientes es el Pinar del Grao de Castelló. Allí, las familias aprovechan el espacio para poder comer al aire libre.
La festividad es la última del calendario lunar y su fecha de celebración oscila entre la última semana del mes de agosto y la primera del de septiembre.
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