Desde la aparición del ser humano en la Tierra, la emigración ha sido un fenómeno natural resultado del crecimiento de los asentamientos humanos y su expansión migratoria por todo lo largo y ancho del planeta.
Nuestras sociedades actuales son resultado de esta expansión y por tanto todos somos fruto de la migración humana global.
Actualmente continuamos asistiendo a factores que empujan a migrar a más seres humanos hermanos, ya sea el avance inexorable del desierto, el hambre y la sed, la pobreza extrema aún sin erradicar, o las guerras y los pogromos.
Recordemos la revelación coránica, Sura 4, aleyas: “97) a los que se lleven los ángeles, habiendo sido injustos consigo mismos, les dirán: ¿en qué estabais ocupados? dirán: estábamos oprimidos en la Tierra; les dirán: ¿acaso no era la Tierra de Al·lah vasta como para emigrar? esos tendrán por morada la gehena, un mal final, 98) salvo los oprimidos de entre los varones, féminas y niños, imposibilitados que carezcan de recursos y no conozcan la vía; 99) a estos los disculpa Al·lah ya que Al·lah es Indulgente Perdonador.”
Asimismo recordamos la ejemplar acogida que brindaron los ciudadanos de Medina a esos otros nuevos ciudadanos recién llegados desde Meca, que se vieron forzados a emigrar, formando ambas comunidades una sociedad inclusiva, o cuando musulmanes perseguidos de Meca encontraron asilo y refugio bajo la protección de un gobernante cristiano, Sahama, negus de Aksum.
En este Día Mundial de los Refugiados apelamos a la solidaridad humana, y agradecemos la labor de las instituciones para dar refugio y abrigo ante la extrema de necesidad de nuestros hermanos en la humanidad.
El Presidente de la Comisión Islámica de España,
Fdo: Riaÿ Tatary Bakry
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