miércoles, 18 de abril de 2018

Cápsulas de café, chuches, potitos, y ostras el "halal" se extiende

Barcelona,18/04/2018,(EFE).


El concepto "halal" -lo permitido para los musulmanes- se extiende y llega a empresas que ya lucen sus certificados en cápsulas de café, chucherías, potitos para bebés, cervezas e, incluso, pescado de piscifactoría.

Actualmente, hay 1.700 millones de consumidores musulmanes, el 25 % de la población y el 6 % de los europeos, por lo que "cada vez hay más demanda de estos productos y más empresas interesadas", ha explicado a Efeagro el responsable de ExpoHalal, Javier Albarracín.

El Salón Alimentaria, que cumple su tercera jornada, tiene hoy su cita con este segmento con la celebración del II Congreso en el que se presentan la cifras de este sector, se habla de las estrategias para llegar su público objetivo y se puede contactar con compradores internacionales de mercados como Alemania, Francia o Turquía.

Albarracín llama la atención sobre dos tendencias: la de los consumidores que no son musulmanes, pero compran estos productos porque se consideran más sanos al no tener nada de cerdo, ni grasas, ni enzimas; y la segunda, relacionada la importancia de este mercado en Europa.

Y pone un ejemplo: "En Alemania, por ejemplo, hay un consumo de carne halal muy por encima de la proporción de población musulmana".

Aunque lo más conocido por el público general es la prohibición de beber alcohol y comer cerdo, Albarracín recuerda que "hay más de 120 productos derivados de este animal" y tampoco se puede tomar sangre y, por tanto, alimentos como la sobrasada o la morcilla.

Pero esto, no se pueden ingerir productos con colorantes rojos o rosas que "vienen de sangre de insectos como la cochinilla".

En el caso de las cápsulas de café, Albarracín señala que para el café descafeinado hay un proceso en el que se utiliza alcohol, por lo que "hay que buscar alternativas".

También hay empresas de chucherías en Murcia, Andalucía y Cataluña que no usan grasas de cerdo en sus chuches, que sustituyen por vegetales y así las pueden exportar a los países árabes.

Sin embargo, el 90 % de las empresas que están exhibiendo sus productos halal en Alimentaria provienen del mundo cárnico y de la bollería industrial, según el experto, con empresas como Dulcesol o Europastry no han querido dejar pasar este tren y "exportan mucho halal".

También hay productos de V Gama y alimentos preparados que se han adaptado a este nicho de mercado y ya producen, por ejemplo, pizzas halal.

En cuanto a las certificaciones, Albarracín cifra en unas 400 las empresas que tienen esta etiqueta y que, generalmente, se utiliza para exportar a países como Pakistán, Indonesia, Dubai o Catar, pero también a Francia, Inglaterra o Alemania.

En estos momentos, en España hay cuatro empresas certificadoras, mientras que en Francia hay más de 40 y en Inglaterra unas 20; sin embargo, muchas están optando por obtener el certificado en el mercado receptor, para facilitar el proceso de venta.

En el Congreso Halal también se van a analizar casos innovadores de éxito, como el de la fundadora de "I eat", Shazia Saleem, una emprendedora que se dio cuenta del nicho de mercado simplemente porque "pasaba hambre" cuando salía con sus amigos y ahora ha diseñado productos listos para llevar con las recetas clásicas de su país, Reino Unido, pero con alimentos permitidos para su religión.

"Ahora se encuentran en distribuidores importantes como Tesco o se envían a casa", una prueba de que "no hay una manera de cocinar halal, sino que son los alimentos los que tienen que estar certificados", ha incidido Albarracín.

Y este sentido, ha recordado otro aspecto clave: el exponencial crecimiento del turismo musulmán y de cómo hay que saber adaptarse a sus necesidades.

El turismo es, por tanto, un nuevo desafío para este concepto, el halal, que surge de la alimentación pero que se extiende en vertical y horizontal por todos los sectores económicos. EFE

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