Además de estas rúbricas en la web Change.org, los menores recogieron ayer firmas en la calle
Los pequeños de nuestra ciudad sin escolarizar no están solos en su lucha. En la tarde de ayer, su causa contaba con más de 6.500 firmas en la plataforma Change.org, donde la Asociación Pro Derechos de la Infancia (Prodein) inició hace dos semanas una petición para que estos niños puedan ir a clase, como llevan pidiendo sin descanso desde octubre del año pasado. Además de estas rúbricas, los menores han recabado cerca de otras 400 en los tres últimos viernes.
Ellos mismos están pidiendo apoyo a los adultos que pasan por la plaza Menéndez Pelayo, donde en este día de la semana tienen permiso para repetir la acción hasta que su demanda sea conseguida. “Por favor, ¿puede firmar para que nos dejen ir al colegio?”, preguntan, con pancarta en mano, a todo el que pasa por la céntrica plaza. La pregunta es directa y, en muchas ocasiones, impacta al viandante, sobre todo al proceder de menores tan pequeños, de entre seis y doce años.
“¿Pero no vais al colegio?”, respondió extrañada ayer una de las mujeres a las que ayer sorprendieron con esta petición. “Es que vivimos en Melilla pero no tenemos papeles. Por eso no nos dejan estudiar”, le contestaba una pequeña de forma conmovedora. Esta mujer no dudó en apoyarlos al escuchar la problemática contada por la niña, de unos seis años. “Es increíble”, lamentaba la firmante.
Unos 200 niños
Según Prodein, cerca de 200 menores con edades de asistir a Infantil o a Primaria se encuentran en esta situación. “El Gobierno no les deja entrar en clase porque no tienen papeles, a pesar de que la mayoría de ellos nacieron en España y siempre han residido aquí”, expone la asociación en la petición de firmas lanzada en Charge.org, que en cuestión de días ha duplicado el apoyo recibido.
Para este grupo de niños, esto no es ningún juego. En sus rostros se nota la decepción y el desgaste cada vez que gritan: “Cucú, queremos ir al colegio”. Llevan repitiendo la misma frase, casi a diario, desde que comenzó el curso escolar. No obstante, ellos y sus familiares están dispuestos a continuar con sus reivindicaciones hasta que se les haga caso. “Son demasiado pequeños como para tener que demandar un derecho tan básico como es su educación”, sostiene Prodein en la plataforma web. “Deberían estar estudiando, no haciendo concentraciones para que les dejen estudiar”.
Residencia Marroquí
Los padres, con el apoyo de la asociación que preside José Palazón, insisten en que sus hijos no tendrían que estar estudiando en la Residencia de Estudiantes Marroquíes Musulmanes, ya que son niños españoles que viven en la ciudad. Por ello, reclaman que tendrían que acceder al sistema educativo español.
El director provincial del Ministerio de Educación, José Manuel Calzado, ha explicado en numerosas ocasiones a El Faro que los pequeños no podrán asistir a clase si no cuentan con un padrón o un permiso de residencia que acredite que viven en la ciudad, aunque sí dispongan de tarjeta sanitaria. Asimismo, Calzado ha dejado claro que en el momento en el que subsanen su situación documental podrán ir a clase.
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