Bruselas,25/01/2018,abc.es,FRANCISCO DE ANDRÉS
El eurodiputado y cofundador de Podemos Miguel Urbán - ABC
Pide al Parlamento Europeo que invierta el mismo esfuerzo en luchar contra la islamofobia
Un proyecto de recomendación a los gobiernos europeos para que controlen la financiación de las mezquitas y los centros islámicos en la UE ha levantado un aluvión de críticas de toda la izquierda en el Parlamento Europeo. Eurodiputados de Izquierda Unida, Podemos, los socialistas y los Verdes han exigido que en el texto -que se someterá a votación en febrero- se sustituya el término «mezquita» por el de «toda asociación religiosa sospechosa de mantener vínculos con grupos terroristas», pese a que de hecho no se conozcan casos de vinculación entre parroquias y movimientos armados en la actualidad.
El proyecto fue debatido en la Comisión de Asuntos Exteriores de la Eurocámara. Su ponente, el parlamentario de Ciudadanos Javier Nart, defendió el actual texto, referido a las mezquitas, y al uso frecuente de un sistema informal (en la práctica ilegal) de un sistema de financiación muy popular en el mundo árabe conocido como «hawala». El sistema viene a ser un canal de transferencia de fondos de un país a otro a través de proveedores, que evita gastos, comisiones bancarias, y sobre todo actúa con total opacidad ante las autoridades del país destinatario del dinero.
En su recomendación a los 28 gobiernos de la UE, el proyecto europarlamentario propone que las mezquitas informen sobre sus canales de ingresos y el destino de sus fondos, y recomienda un sistema europeo de rastreo de financiación de grupos terroristas al estilo del que existe en Estados Unidos. Junto a su carácter religioso y de lugar de oración, en el islam la mezquita constituye también un espacio cultural, social y político para las comunidades musulmanas. En algunas de ellas actúan células vinculadas a Daesh, Al Qaida y otros grupos salafistas para recabar fondos o voluntarios para la yihad en Siria.
Contra el proyecto de control se levantaron las voces como la del eurodiputado de Podemos Miguel Urbán, que pidió que se garanticen también en paralelo planes específicos «para combatir la islamofobia» en Europa. Atacaron de modo directo el texto del proyecto el Verde alemán Klaus Buchner y la socialista portuguesa Ana Gomes, que exigieron que desaparezca el término «mezquita», y sea sustituido por «las instituciones religiosas, asociaciones culturales y entidades similares».
En su defensa del plan, Javier Nart explicó que la importancia del control financiero en las mezquitas se desprende del hecho de que cada vez hay más «microfinanciación» detrás de los atentados yihadistas en Europa. El eurodiputado de Ciudadanos citó los casos de Niza o Barcelona «organizados con escasos medios económicos«, frente al enorme desembolso que supuso en 2001 el ataque de Al Qaida a Estados Unidos.
En 2014, la Policía española desarticuló en Madrid la célula yihadista Brigada Al Andalus, que hacía una recaudación estándar de solo 10 euros entre musulmanes que acudían a la mezquita de la M-30. En casa de uno de sus miembros, el marroquí Mohamed Khalouk, fueron hallados 1.460 euros «escondidos en un jarrón del salón», y que según la Fiscalía procedían de pequeñas recaudaciones en varias mezquitas de Madrid para las actividades de adoctrinamiento y envío de yihadistas a Siria e Irak.
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