domingo, 31 de diciembre de 2017

Retos para la infancia: 1 de cada 4 niños atrapados en crisis humanitarias

Madrid,31/12/2017,(EFE).


Save the Children propone cinco grandes retos para la infancia en 2018, centrados en la ayuda que precisan uno de cada cuatro niños en el mundo, unos 500 millones, que viven en países afectados por crisis humanitarias, como guerras, desastres naturales o epidemias.

La de los rohingya es la crisis que ha generado mayor número de refugiados en menor tiempo desde el genocidio ruandés en 1994; desde el pasado mes de agosto han llegado a Bangladesh 680.000 refugiados de ese colectivo musulmán minoritario intentando salvar su vida, de ellos 385.000 son niños, que se suman a los 250.000 que ya habían huido en crisis anteriores.

Save the Children explica que las personas que les atienden en terreno hablan de niños víctimas de graves ataques sexuales, secuestrados, asesinados o mutilados indiscriminadamente.

"Un niño de 12 años nos contó: Los militares prendieron fuego a nuestra casa. Comenzaron a matar gente con machetes y huimos para evitar que nos mataran también. Por el camino nos acercamos a un pozo para beber agua y vi unos 50 cuerpos flotando. Jamás podré olvidar todo lo que he visto", detalla la ONG.

A punto de cumplirse siete años del comienzo de la guerra, más de cinco millones de niños necesitan ayuda en Siria, de ellos, casi dos no pueden ir a la escuela.

Explica que la incertidumbre de vivir cada día sin saber si será el último se está cobrando un peaje psicológico enorme en los niños, sobre todo para los tres millones que solo conocen la guerra y han crecido con miedo constante.

Esta oenegé alerta de que de los niños que permanecen dentro de ese país, una cuarta parte corre el riesgo de sufrir trastornos mentales severos, sobre todo los que siguen atrapados en las zonas sitiadas, como la de Ghouta oriental, a las afueras de Damasco.

Europa ha dado la espalda a los niños migrantes, denuncia Save the Children, que recuerda que durante el año pasado más de 100.000 niños llegaron a Europa huyendo de la violencia y la pobreza extrema, de los cuales más de un tercio eran menores no acompañados o separados de sus familias.

Los niños que intentan seguir con su viaje y cruzar las fronteras en los Balcanes Occidentales son frecuentemente víctimas de devoluciones en caliente por parte del personal de fronteras, lo que les obliga a buscar formas clandestinas de cruzar, mucho más peligrosas, y les deja en manos de las mafias, lamenta.

La crisis alimentaria en Cuerno de África sigue dejando en situación límite de falta de agua y alimentos a 20 millones de personas, muchos de ellos niños que se enfrentan además al riesgo de sufrir graves ataques, ser reclutados por grupos militares o ser explotados sexual y laboralmente.

En Yemen, seis de cada diez niños mueren antes de cumplir los cinco años como consecuencia de la violencia, el hambre o enfermedades prevenibles como el cólera.

Desde el 26 de marzo de 2015, la situación en Yemen, que ya ha sido calificado como el país más pobre de Oriente Medio, ha empeorado hasta convertirse en una pesadilla donde los niños no tienen absolutamente nada que comer y sus casas y colegios son bombardeados.

El acceso de la ayuda humanitaria ha sido severamente restringido y el número de niños muertos este año puede llegar a los 50.000, concluye esta organización de defensa de la infancia. EFE

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