El gabinete de seguridad de Israel decidió retirar los detectores de metales de las entradas del sitio sagrado en Jerusalén, conocido como el Noble Santuario para los musulmanes y Monte del Templo para los judíos, tras días de violentos enfrentamientos.
Una declaración de la Oficina del Primer Ministro dijo que el gabinete de seguridad aceptó "la recomendación de todos los cuerpos de seguridad de incorporar medidas de seguridad basadas en tecnologías avanzadas ("controles inteligentes") y otras medidas en lugar de detectores de metales con el fin de garantizar la seguridad de los visitantes y los devotos en la Ciudad Vieja y en el Monte del Templo".
La declaración también dijo que la policía de Israel reforzará sus unidades y llevará a acabo acciones adicionales según sea necesario para garantizar la seguridad de los visitantes en el Monte.
La decisión fue anunciada al final de una reunión del gabinete de seguridad que duró varias horas.
Los detectores, instalados después de un tiroteo que acabó con la vida de tres policías israelíes, provocaron enormes protestas. Son vistos por los palestinos como una violación del status quo en el recinto dirigido por musulmanes y un intento israelí de ganar más control sobre el sitio.
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