lunes, 26 de junio de 2017

Putin busca el apoyo de la comunidad musulmana rusa

 Moscú,26/06/2017,abc.es, rafael_manueco.


Miles de fieles se congregaron en la Gran Mezquita de Moscú - I. VARLÁMOV

Cientos de miles de fieles celebraron en las calles de Moscú el fin del ramadán

Los musulmanes rusos festejaron ayer domingo el final del mes del ayuno sagrado del Ramadán a través de todo el país, especialmente en las repúblicas que profesan mayoritariamente esta confesión religiosa (Tatarstán, Bashkortostán y las del Cáucaso Norte), pero también en la capital rusa. La Gran Mezquita de Moscú se vio una vez más desbordada y la inmensa mayoría de los fieles tuvieron que seguir la liturgia desde las calles adyacentes. Los actos religiosos discurrieron sin incidentes y en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.

La Policía calculó que asistieron a la celebración más de 250.000 personas, aunque otras fuentes dan una cantidad mucho mayor. Los oficios tuvieron lugar también en las otras tres mezquitas de la ciudad. Pero nadie recuerda un final del Ramadán tan multitudinario como el de ayer. Desde el Kremlin se ordenó facilitar el acceso a las inmediaciones de la mezquita, algo que en años anteriores estuvo mucho más restringido. Y es que, ante las elecciones presidenciales de marzo del año que viene, el primer mandatario del país, Vladímir Putin, parece querer ganarse el favor de los musulmanes, cuyo número en toda Rusia ronda los 25 millones sobre un total de 146 millones de habitantes. En Moscú viven unos dos millones de musulmanes. Antes, el presidente ruso se prodigaba entre los cristianos ortodoxos, la religión mayoritaria en Rusia, de la que se dice creyente.

Desde el mimbar del imán, sitial en la mezquita equivalente al púlpito, el presidente del Consejo de Muftíes de Rusia, Ravol Gainutdín, felicitó «a los que pueden estar satisfechos de haber cumplido el ayuno» y fustigó a quienes, incluso durante el ramadán, «no pueden contenerse, no pueden dejar de pecar, causando el mal y provocando sangre y destrucción», en alusión a los extremistas. «Tales actitudes contradicen la voluntad de Alá», dijo.

Vladímir Putin, no estuvo ayer presente en los actos religiosos, pero envió un mensaje de felicitación, resaltando «el papel de los musulmanes en el mantenimiento de la paz civil y la concordia, en el fortalecimiento de la amistad y el entendimiento entre las gentes». Hace dos años, Putin sí acudió a la Gran Mezquita de Moscú, una de las más grandes de Europa, para su reapertura después de ser remodelada. Le acompañaban los máximos dirigentes turco y palestino, Recep Tayyip Erdogan, y Mahmud Abás. El jefe del Kremlin atacó entonces al Daesh señalando que «compromete al islam (...) y lo pervierten sembrando la mentira».

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