España y otros seis países europeos impulsan un proyecto orientado a diseñar procesadores con tecnología propia que sirvan para crear supercomputadores cada vez más potentes y rápidos, con el objetivo de que la ciencia y las empresas del Viejo Continente aumenten su competitividad.
Así lo ha expuesto hoy, en un encuentro virtual, uno de los artífices del proyecto, el investigador y director del Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS), Mateo Valero, quien mañana tiene previsto impartir en la capital alicantina la charla "Supercomputación: motor para la ciencia y la ingeniería", organizada por la Universidad de Alicante (UA).
"En Europa no fabricamos supercomputadores" y "si un país no diseña procesadores no tiene libertad para actuar en muchos campos", como la seguridad en internet, dado que "te pueden meter algún troyano y pillarte la información", al tiempo que dependes de tecnología foránea, ha dicho Valero.
Este científico ha estado veinte años intentando convencer a Europa de la necesidad de un plan dirigido a lograr la soberanía tecnológica, un planteamiento que se ha materializado hace poco con la firma de un acuerdo en Roma en virtud del cual siete países, entre ellos España, impulsarán un ambicioso proyecto, denominado EuroHPC, que contempla diseñar procesadores.
Esos procesadores servirán, por una parte, para crear supercomputadores cada vez más potentes y rápidos, y, por otro, para que la ciencia y las empresas europeas sean más competitivas y seguras, ha explicado.
"El EuroHPC va a ser un proyecto industrial, porque lo llevarán a cabo las industrias", y, "seguramente, el liderazgo científico será nuestro", algo que, en todo caso, se decidirá el próximo mes de diciembre, según ha apuntado el investigador.
La idea es desarrollar una tecnología propia europea y situarla al nivel de la de Estados Unidos, China y Japón, ha añadido.
En la actualidad, el supercomputador más rápido del mundo está en China y tiene 10 millones de procesadores.
Valero ha afirmado que los supercomputadores son "unas herramientas" de "propósito general, de multiuso", para "el servicio de la ciencia, tanto la básica como la aplicada".
"Nosotros desarrollamos programas para que Repsol aumente las probabilidades de encontrar petróleo" en ambientes hostiles desde el punto de vista geográfico y "ayudamos a Iberdrola a diseñar generadores de viento", ha señalado Valero como ejemplo del uso práctico de estas máquinas.
También tienen los supercomputadores su utilidad en la vertiente médica (el estudio de la influencia de los genes en el cáncer), aeronáutica (simular cómo vuela un avión o la resistencia de materiales para hallar nuevos componentes con la finalidad de que la aeronave pese menos, sea más segura y vuele mejor) o en el área de la predicción del cambio climático.
En definitiva, ha resumido el científico, sirven para que las empresas sean más competitivas y para que "los investigadores sean mejores en producción de ideas". Ha aclarado que los supercomputadores "no tienen como aplicación fundamental" la protección frente a ciberataques, como el ocurrido recientemente a nivel internacional, ya que, según ha asegurado, hay "otras técnicas más potentes" para ello.
Valero ha anunciado, por otra parte, que el nuevo supercomputador MareNostrum que desarrolla el BSC-CNS será operativo a partir del próximo 1 de julio. Este supercomputador -MareNostrum 4- será doce veces más potente que el actual y podrá hacer 13.677 billones de operaciones por segundo. EFE
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