jueves, 17 de noviembre de 2016

El Rey ensalza la generosidad con la que se resolvió el bloqueo político

Madrid, 17 NOV 2016,elpais.com,FERNANDO GAREA


Apertura de las Cortes. El Rey, la Reina y la Princesa de Asturias. ULY MARTÍN.

Felipe VI reclama defensa de la cohesión social y regeneración de la vida pública

El Rey ha defendido este jueves "la regeneración de la vida pública" y ha pedido diálogo y "respeto a las instituciones democráticas y a la ley", durante el acto solemne de la apertura de la XII legislatura en el Congreso de los Diputados. "Dignifiquemos la vida pública y prestigiemos las instituciones", ha asegurado Felipe VI ante las Cortes y en su primera intervención en el Parlamento como jefe de Estado.

Ha hablado de "generosidad" para salir del bloqueo institucional, en referencia implícita a la abstención del PSOE y el voto a favor de Ciudadanos en la investidura de Mariano Rajoy, y ha usado la palabra "recuperación" para referirse a la crisis económica.

En su discurso ha hecho un recorrido sobre asuntos como la regeneración democrática, los conflictos territoriales y la crisis económica y ha llamado a "fortalecer" el Estado del bienestar "porque ha sido, junto a las familias, un pilar básico para la protección social durante estos últimos años". La sesión solemne, prevista en el Reglamento del Congreso, no pudo celebrarse en la anterior legislatura por falta de Gobierno y en esta se ha demorado hasta después de la investidura de Mariano Rajoy.

El jefe de Estado ha abordado la crisis institucional provocada por la ausencia de Gobierno y la repetición de elecciones, para asegurar que "la crisis de gobernabilidad se ha resuelto, finalmente, con diálogo, con responsabilidad y también con generosidad". "No hay duda de que los intereses generales han estado muy presentes en su solución y de que, a largo de todos estos meses, nuestra Constitución se ha cumplido y los procedimientos constitucionales se han respetado".

El Rey ha invocado "la capacidad de llegar a acuerdos, de lograr la mayor concertación en las cuestiones básicas; y necesita el compromiso de todos con el interés general para resolver los problemas de los ciudadanos. Dignifiquemos la vida pública y prestigiemos las instituciones". Lo ha hecho ante una Cámara más fragmentada que nunca en democracia y en el arranque de una legislatura con Gobierno en minoría y plagada de tensiones entre los diferentes grupos.

Sobre la crisis económica ha empezado por poner de manifiesto "las profundas consecuencias en nuestro sistema productivo; pero también y sobre todo en las personas y en nuestra cohesión social, privando a muchos de nuestros compatriotas de empleo, especialmente a los más jóvenes". Después ha lanzado un mensaje optimista, según el cual "el ritmo constante de recuperación de nuestra economía, su crecimiento y la generación de puestos de trabajo constituyen una realidad cierta y positiva que nos permite albergar fundados motivos en la superación de los desequilibrios generados por la crisis".

En su discurso de unos 20 minutos, el Rey se ha referido a la corrupción para decir que "la regeneración moral de la vida pública es una cuestión de principios, de voluntad y decisión; es también una cuestión de orden en el funcionamiento de nuestro Estado de derecho, y antecedente necesario para poder recuperar la confianza de los ciudadanos. Y en ese sentido, los valores éticos deben inspirar nuestra vida pública y debemos también asentar referencias cívicas en nuestro comportamiento social. La corrupción, que ha indignado a la opinión pública en todo nuestro país y que debe seguir siendo combatida con firmeza, tiene que llegar a ser un triste recuerdo de una lacra que hemos de vencer y superar".

Una parte destacada de su discurso estuvo dedicada al conflicto territorial, para la que invocó el diálogo, pero también el respeto a la ley y las decisiones judiciales, lo que puede entenderse como un mensaje directo a la Generalitat de Cataluña.

"El respeto y observancia de la ley y de las decisiones de los tribunales constituyen una garantía esencial de la democracia; porque en un Estado de derecho la primacía de la ley elimina la arbitrariedad de los poderes públicos y asegura el ejercicio de los derechos y libertades de los ciudadanos. Igualmente, el diálogo y el entendimiento son exigencias de cualquier régimen de libertades. Por ello, el diálogo dentro del respeto a la ley es consustancial a la democracia", ha asegurado.

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