Los locales comerciales en disputa donde se colocó el cartel anunciador de la mezquita. EL MUNDO
El falso anuncio de la apertura de un templo musulmán en un barrio de Elche provoca «desconcierto» y reacciones en contraLa ciudad tiene cinco mezquitas para sus 5.212 musulmanes censados
Elche no contará con una nueva mezquita, al menos de momento. Sin embargo, el rumor lleva semanas instalado en el corazón del barrio de Altabix-Universidad, generando «malestar» entre el vecindario que asegura sentirse «atemorizado». No abrirá una mezquita porque no existe tal pretensión. Esta es la rocambolesca historia de cómo un anuncio y mil murmullos que apuntaban a la apertura de un templo musulmán ha degenerado en reacciones racistas de parte de residentes que rechazan abiertamente la posibilidad de que se instale la comunidad islámica «porque devaluaría la zona». Y esta también es la historia de cómo el propietario del local en alquiler donde se había hecho saber que iba a abrir la mezquita ha agitado, supuestamente, la bandera del «miedo» para intentar «presionar», según otros vecinos, a los inquilinos para que al final accedan a sus pretensiones relacionadas con unas plazas de garaje por las que mantienen una disputa judicial que trajo como consecuencia que el supermercado Hiperber abandonara el bajo del edificio. Elche tiene actualmente cinco mezquitas repartidas entre los barrios donde reside parte de la población musulmana, la cual se compone de 5.212 personas entre marroquíes y argelinos, principalmente, según el último informe estadístico del Ayuntamiento.
Pero el barrio de Altabix-Universidad no es uno de ellos porque allí apenas viven musulmanes, si es que vive alguno. «Había una chica árabe pero ya se fue», afirma una vecina. Entonces, ¿qué interés hay de abrir un templo islámico es esa zona? «Ninguno. Los vecinos estamos desconcertados», asevera un inquilino.El momento más «tenso» se vivió hace varios días cuando el local en cuestión amaneció con un cartel en árabe. Para muchos vecinos fue la confirmación de que los rumores eran ciertos. No obstante, la traducción del cartel deja aún más abierta la puerta de la confusión. «Está escrito con faltas de ortografía y viene a decir que este local ha sido abierto para una mezquita local», explica Ahmed Zarrouk, presidente de la Comunidad Islámica de Elche. «Aunque otra traducción quizás más verídica sería algo así como 'no estoy de acuerdo en abrir mezquita'», añade. De todas formas, Zarrouk ve «prácticamente imposible» que abra allí un oratorio musulmán «porque en esa zona no hay una comunidad islámica asentada». Además, «nadie que quiera abrir una mezquita pone un anuncio previo a su inauguración, esto no funciona así», sentencia este tunecino. Desde el consistorio ilicitano, el concejal de Aperturas, Carlos Sánchez, también niega la mayor: «No hay ninguna constancia de una solicitud para abrir allí una mezquita», donde tendrían que hacer obras para, por ejemplo, insonorizar el local.
LA SOSPECHA
Todos estos indicios han llevado a un grupo de vecinos del edificio a creer que el propietario del local se ha inventado toda esta historia. «Creemos que se trata de una estratagema del dueño que ha utilizado lo de la mezquita como medida de presión para convencernos luego de que se echaría atrás, pero que a cambio necesita que le aprobemos la entrada de otro supermercado». El problema, aducen, es que existen unas plazas de aparcamiento en superficie que para los vecinos son de uso privado y para el propietario del establecimiento donde dan a parar son colectivas, lo que conlleva que puedan ser catalogadas como zona peatonal o no y acabaría repercutiendo en que el bajo del edificio pueda ser alquilado para un negocio que podría hacer uso de ellas. Por su parte, fuentes cercanas al responsable del local niegan que se trate de una invención y aseguran que mantuvieron una reunión con árabes «que estaban buscando un lugar para abrir una mezquita». Asimismo, estas mismas fuentes añaden que «ya hemos descartado esa posibilidad de que se vayan a instalar, por lo que los vecinos pueden estar tranquilos».«No soy racista, pero ellos intentan expandir su guerra santa»; «estamos muy nerviosos, ya sabes, por eso de los atentados islamistas», o «no los quiero cerca de mi barrio y mucho menos en mi edificio porque primero te devalúan tu casa y luego te devalúan la zona en la que vives». Son solo una pequeña muestra de los comentarios que se han ido sucediendo estas semanas al mismo tiempo que se han ido celebrando varias reuniones para tratar el «preocupante» asunto. En una de ellas, en las que el dueño del local les informó a los vecinos del inmueble que cabía la posibilidad de que se abriera una mezquita en el mismo edificio donde residen provocó «una alarma social» al sentirse «afectados».
De hecho, se llegó a reclamar una reunión con el Ayuntamiento porque «no tiene razón de ser» la existencia de una mezquita que «podría llevar problemas de convivencia», según reza un escrito en representación de la comunidad de propietarios.Este comportamiento no es, por desgracia, nuevo en Elche. El presidente de la Comunidad Islámica ilicitana recuerda un episodio en otro barrio, San Antón, donde sí que había un interés real para abrir una mezquita «pero cuando se enteraron los vecinos, se reunieron y compraron el local donde iba a ir y pagando mucho más por él para evitar tener una comunidad musulmana cerca», recuerda ahora un Ahmed Zarrouk, que aun así insiste en calificar a los españoles de «muy tolerantes».El barrio de Altabix-Universidad también asistió hace unos años a un espectáculo lamentable cuando, y de nuevo, ante el rumor de que se iba a levantar una mezquita en un solar vacío, algunos vecinos depositaron en su interior restos de cerdo para convertir el terreno en impuro para el Islam, una práctica que se ha reproducido en los últimos tiempos no sólo en España sino en numerosos puntos de Europa. Esta «anécdota» la recordaba una vecina quien concluía que «si finalmente abriesen una mezquita en el bajo del edificio, me sé de varios vecinos que se esperarían a que subieran las persianas para lanzar dentro huesos de jamón».
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