El Líbano, un curioso consumidor de cecina de León

LEÓN,26 julio 2016,leonoticias.com,ÁLVARO GÓMEZ

Planta de Cecinas Nieto, cerca de la localidad leonesa de Astorga / El Norte

El 5% de las exportaciones de Cecinas Nieto, en total el 60% de las ventas, se dirige al país de Oriente Medio

«Para las pequeñas y medianas empresas es muy importante que haya posibilidad de exportar a países extranjeros». Palabras de José Luis Nieto, gerente y accionista de la empresa familiar Cecinas Nieto que, fundada en 1965, destina el 60% de su producto al exterior de España. En concreto, es el 5% lo que llega al Líbano, país cuya población es musulmana en su mayoría. Debido a la consideración del cerdo como alimento impuro, el producto vacuno y sus derivados resultan ser un buen sustituto.

La exportación es el pilar de esta empresa que, cuando parecía la situación más inoportuna para hacerlo, decidió introducirse en otros mercados. «Se apostó en un momento delicado de este país, durante la crisis, y ahora hemos visto que es vital poder diversificar los mercados y no depender de uno solo». Tal es su importancia, que Cecinas Nieto ha abierto una nueva planta de producción cuyo género va a ir destinado casi exclusivamente a la exportación. Por ello, José Luis Nieto considera esencial los tratados que la Comisión Europea establece con países terceros, ya que «necesitas de la mano de instituciones para poder abrir mercados», sobre todo después de la crisis del sector alimentario que supuso el caso de las vacas locas, que cerró el mercado de todos los países externos a la Unión Europea. Ahora, la Comisión trabaja negociando con países de todo el mundo, con el objetivo de extender los posibles mercados potenciales.

Cecinas Nieto está expectante ante la apertura de Estados Unidos y Japón. «El mercado americano y el japonés serían los más importantes para la carne de vacuno, debido a lo grandes que son y al poder adquisitivo que tienen los habitantes de esos países para adquirir estos géneros». Tras la apertura de Estados Unidos del mercado de productos de vacuno a Irlanda en enero de este año, el resto de países europeos se mantienen a la espera de la firma del Tratado de libre comercio, que supondrá un inmenso auge para las pequeñas y medianas empresas que basan gran parte de su actividad en la exportación. El director de Cecinas Nieto tiene constancia de que se están manteniendo contactos con países como Arabia Saudí o Kuwait aunque, según él, llevan años sin conseguir el desbloqueo, por lo que pide «a las autoridades de nuestro país que activen y agilicen esos trámites para que las pequeñas y medianas empresas podamos exportar a esos países».

En eso trabaja la Comisión Europea que, según Dimitri Barua, responsable de prensa en España, «negocia tratados comerciales con diferentes países con el objetivo de lograr un comercio internacional más justo y abierto, velando siempre por los beneficios tanto de los ciudadanos como de las empresas, y por el desarrollo sostenible de los países».

Modelo de ganadería

Hay quien pudiera pensar que la actividad económica sobre el ganado podría ser perjudicial para el mantenimiento del modelo de ganadería tradicional. En realidad el proceso es el contrario. Ante un género de calidad, elaborado de la mejor manera posible, los clientes potenciales crecen ante un producto característico. Para José Luis Nieto, «son productos más exclusivos, y hay gente con capacidad adquisitiva que los avalora y aprecia ya que proceden de ganaderías de raza diferenciada y esto en mercados terceros se paga».

Por otro lado, los marcos legislativos entre países con diferencias tan marcadas podrían suponer una traba en el control sanitario de los productos. Ese es uno de los objetivos de los tratados que, según la Comisión Europea, «siempre negociamos para que ellos acepten nuestros estándares, porque son muy altos, y eviten poner trabas injustificadas a nuestros productos».

José Luís Nieto aprecia esa ausencia de impedimentos, ya que facilita la labor de las pymes en las negociaciones con estos países. Cecinas Nieto posee además el Certificado Halal, que implica que sus productos deben ajustarse a la normativa islámica. Este certificado es esencial para vender productos en países musulmanes. Según José Luís Nieto, para su adquisición «tienes que cumplir todos los trámites que establecen las autoridades, lleva un tiempo, pero es asequible».