miércoles, 18 de mayo de 2016

Turquía desarrolla injertos óseos «halal»

Madrid,18/05/2016,abc.es,J. PÉREZ DE LA CRUZ


En pleno Ramadán, miles de fieles abarrotaron el viernes la Mezquita Nacional de Kuala Lumpur - PABLO M. DÍEZ

Los materiales procedentes del cerdo son de los más utilizados en esta técnica, pero la religión musulmana prohíbe el consumo de carne porcina y derivados

Del cerdo se aprovecha todo, hasta los huesos. Y no solo para hacer sabrosos caldos, sino también para la medicina. De este animal procede gran parte de los injertos óseos realizados en Estados Unidos y los países europeos. Pero el consumo de carne porcina y derivados está prohibida por el Islam, por lo que diversos proyectos buscan alternativas y Turquía ha decidido apoyar uno de ellos.

El Ministerio de Sanidad turco ha aprobado financiar una investigación que busca producir un nuevo tipo de injertos óseos procedentes de animales bovinos, según informa el periódico local Hürriyet. El objetivo es producir injertos con certificación ‘halal’, es decir, permitidos por la fe islámica. El proyecto lo llevará a cabo la empresa DTI Implant System, con sede en Ankara.

«Los injertos óseos se pueden realizar a partir de huesos humanos, animales o de material sintético. Los que proceden de animales solo se producen en Estados Unidos y algunos países de la Unión Europea. De estos el 95% viene de huesos de cerdo», explica Talat Bugur, director de DTI Implant System, a la agencia estatal de noticias Anadolu.

Otros institutos de investigación están centrándose en materiales sintéticos. Es el caso de los científicos de la Queen Mary University de Londres, quienes aseguran haber desarrollado un nuevo injerto óseo sintético que mejora la capacidad de regenerar el propio tejido óseo. Lo mismo sucedía recientemente en la misma Turquía, en concreto en la Universidad Çukurova, en la provincia de sureña de Adana. En 2014 sus investigadores consiguieron crear un injerto sintético para cirugías faciales y ortopédicas.

En cambio, Turquía parece ahora más centrada en buscar un producto compatible con los preceptos del Islam y atractivo para el mercado. Según Talat Bugur «los injertos procedentes de huesos animales cuestan alrededor de 170 dólares [unos 150 euros] por gramo». En 2014 el volumen total del comercio de los injertos óseos alcanzó los 2.300 millones. Según Bugur, este crecerá hasta los 3.4800 en los próximos siete años.

En este sentido el creciente mercado ‘halal’ se muestra como una gran oportunidad. Así lo expresa el director de DTI Implant System: «Con los materiales que construiremos y desarrollaremos, y sobre todo utilizando vacas en vez de cerdos, el consumo en los países musulmanes aumentará».

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