domingo, 7 de febrero de 2016

Aumentan a 45.000 los refugiados sirios desplazados cerca de la frontera turca

Estambul,07/02/2016,EFE


Refugiados sirios esperan sentados junto a la puerta fronteriza de Oncupinar en la ciudad de Kilis, Turquía, el 5 de febrero de 2016. EFE

La organización humanitaria turca musulmana IHH, que atiende a los refugiados en la frontera con siria, afirma que la cifra aumentará en los próximos días
El Gobierno turco, que ha mantenido cerrada la frontera en el paso de Öncüpinar, ha afirmado que no abandonará a los demandantes de asilo
La mayor amenaza de momento son las bajas temperaturas, que ponen en peligro incluso la vida de niños y ancianos

El número de desplazados sirios varados junto a la frontera turca tras huir de los bombardeos en Alepo asciende ya a 45.000 y aumentan, aseguró este domingo la organización humanitaria turca musulmana IHH, que atiende a los refugiados."Ayer eran 35.000, hoy llegamos a 45.000 y el flujo continúa: no paran de llegar familias de Alepo, tanto árabes como turcomanas y kurdas", dijo por teléfono Emrullah Öztürk, portavoz de IHH, que se encuentra la provincia de Kilis.

El paso fronterizo de Öncüpinar, que comunica la ciudad turca de Kilis con la carretera de la ciudad siria de Alepo, continúa cerrado. Este domingo, el Gobierno turco ha dicho no obstante que no abandonará a los refugiados sirios. "Turquía ha alcanzado el límite de su capacidad para absorber los refugiados", afirmó el viceprimer ministro Numan Kurtulmus a CNN Turk televisión, "pero al final, estas personas no tienen otro lugar a donde ir". "No estamos en condiciones de decir que no vengan. Si lo hacemos, estamos abandonándolos a la muerte", añadió. El paso fronterizo ha seguido cerrado según ha informado este domingo la agencia AFP.

La organización IHH ha empezado a levantar en el lado sirio dos campamentos de tiendas para los desplazados, ambos a pocos centenares de metros de la frontera turca."Esta situación se prolongará bastante, por lo que parece, y empezamos a planificar la instalación de un campamento de casas prefabricadas", indicó Öztürk a Efe por teléfono.

El portavoz destacó que IHH ha llevado unidades de cocina móviles a estos campamentos donde organiza el reparto de comida y de mantas, gracias también a la ayuda que ofrecen las autoridades turcas.


Un niño refugiado sirio espera sentado en el suelo junto a la puerta fronteriza de Oncupinar en la ciudad de Kilis, Turquía, el 5 de febrero. EFE

La mayor amenaza de momento son las bajas temperaturas, que ponen en peligro incluso la vida de niños y ancianos, aseguró Öztürk, aunque destacó que allí están a salvo de la guerra. Se trata de una "zona segura" y no hay bombardeos ni milicias armadas en la región, aseguró el portavoz de IHH.

"Hay hospitales y médicos en la zona para atender a enfermos de pronóstico leve, y si alguien necesita una operación o atención más especializada se le evacúa en ambulancia a Turquía", explicó Öztürk.Agregó que los empleados y voluntarios de la organización pueden cruzar sin problemas la frontera hacia el lado sirio, mientras que las autoridades turcos no permiten el paso a la prensa.

Turquía alberga actualmente a unos 2,7 millones de sirios, de los que 260.000 viven en campamentos dispuestos por las autoridades y el resto sobrevive por su cuenta, trabajando habitualmente de forma ilegal, dado que aún no ha entrado en vigor la ley, largamente anunciada, que regula su acceso al mercado laboral.Ankara asegura haberse gastado más de 8.000 millones de dólares en atención a los refugiados desde 2011.

Europa pide a Turquía que abra sus puertas

Mientras la UE pide a Turquía que abra sus puertas a los desplazados sirios. Lo hizo la alta representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini, que recordó el "deber moral y legal" de proteger a los solicitantes de asilo.

Este domingo, el presidente francés, François Hollande y la canciller alemana, Angela Merkel, celebraron un encuentro informal en Estrasburgo en el que volvieron a insistir en la necesidad de proteger las fronteras exteriores de la UE, en el Mediterráneo, ante la llegada de refugiados. De lo contrario, indicaron, estaría en peligro el sistema de libre circulación Schengen.

En noviembre pasado, Bruselas y Turquía acordaron el envío de 3.000 millones de euros al país eurasiático, a cambio que las autoridades turcas redujeran el flujo de refugiados que intenta alcanzar Europa.

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