Marrakech,28/01/2016,(AsiaNews)
En una declaración conjunta cientos de religiosos musulmanes exigen la igualdad de derechos para todos. La base de la convivencia es el concepto de la ciudadanía. La condena para los que utilizan la religión para "atacar" las minorías y la lucha armada "como medio para resolver los conflictos e imponer su punto de vista". Y las instituciones educativas una revisión valiente del plan de estudios. El texto completo del documento.
"Desarrollar una jurisprudencia basada en el concepto de "ciudadanía", que incluye a diferentes grupos [... que sea] arraigada en la tradición islámica y con los principios y elementos del resultado del cambio global". Y, sin embargo, contraria a aquellas que utilizan la "religión para atacar los derechos de las minorías religiosas en los países musulmanes", Esto se ha dicho por un grupo de líderes religiosos, intelectuales y expertos de la fe islámica en una Declaración Conjunta para revitalizar el diálogo y la igual dignidad entre confesiones religiosas.
Por invitación del rey Mohamed IV de Marruecos, a 250 líderes musulmanes - entre académicos y expertos legales - se reunieron del 25 al 27 de enero en Marrakech para discutir los derechos de las minorías religiosas en el mundo musulmán, la convivencia, su protección. Detrás de la iniciativa, considerando que "en muchas partes del mundo musulmán se han deteriorado peligrosamente en los últimos tiempos debido a la utilización de la violencia y la lucha armada como medio para resolver los conflictos e imponer su punto de vista".
Entre los promotores de la iniciativa, también está la asociación de Religiones por la Paz, principal organización activa desde 1970 para la promoción de la paz y el diálogo entre las grandes religiones del mundo. Cuenta con el apoyo de fundaciones, gobiernos, organizaciones no gubernamentales, comunidades religiosas y organismos pro derechos.
Aquí, a continuación, el texto de la declaración.
En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso,
Resumen de la Declaración de Marrakech sobre los derechos de las minorías religiosas en países de mayoría musulmana.
25 al 27 de enero de 2016
Considerando que las condiciones en muchas partes del mundo musulmán se han deteriorado peligrosamente en los últimos tiempos debido a la utilización de la violencia y la lucha armada como medio para resolver los conflictos e imponer su punto de vista;
Considerando que esta situación también ha debilitado la autoridad de los gobiernos legítimos y permitido a los grupos criminales emitir edictos atribuidas al Islam, pero que, de hecho, distorsionan alarmante sus principios y objetivos fundamentales, con el fin de poner en peligro la población entera;
Considerando que este año se celebra 1.400 años de la Carta de Medina, un contrato de naturaleza constitucional entre el Profeta Muhammad ("La paz sea con él") y el pueblo de Medina, que garantiza la libertad religiosa para todos, a pesar de fe profesada;
Considerando que cientos de intelectuales y eruditos musulmanes de más de 120 países, junto con representantes de las organizaciones islámicas y líderes internacionales, así como de varios grupos religiosos y nacionalidades, se han reunido en Marrakech en estos días para reafirmar los principios de la Carta de los Medina en una importante conferencia;
Considerando que esta conferencia se ha celebrado bajo los auspicios benevolentes, de Su Majestad el Rey Mohammed VI de Marruecos, y organizado en colaboración entre el Ministerio de Asuntos Islámicos y la dote en el Reino de Marruecos y el Foro para la Promoción de la paz en la sociedad musulmana en los Emiratos Árabes Unidos;
Y destacando la gravedad de esta situación que afecta a los musulmanes, así como personas de otras religiones en el mundo, y al final de las discusiones y deliberaciones, los intelectuales y eruditos musulmanes reunidos aquí;
Declaramos de común acuerdo nuestro firme compromiso de respetar los principios enunciados en la Carta de Medina, cuyas directivas contienen una serie de directivas que rigen el contrato de la ciudadanía en el plano constitucional. Estos incluyen la libertad de circulación, derechos de propiedad, la solidaridad y la defensa mutua, así como los principios de la justicia y la igualdad ante la ley; y, para esto,
Los objetivos de la Carta de Medina proporcionan un marco adecuado para las constituciones nacionales de los países de mayoría musulmana; la Carta de las Naciones Unidas y los documentos relacionados, incluida la Declaración Universal de los Derechos Humanos, están en armonía con la Carta de Medina, incluido el punto en el que se tiene en cuenta el problema de orden público.
Observado de otra parte que en el fondo de la reflexión sobre las diversas crisis que enfrenta la humanidad se subraya la necesidad urgente e inevitable de la cooperación entre los grupos religiosos, nosotros
Afirmamos, por tanto, que esta cooperación debe basarse en una "palabra común", y que esta cooperación va más allá de la tolerancia y el respeto mutuo con el fin de garantizar la plena protección de los derechos y libertades de todos los grupos religiosos, en una óptica civil que huya de la coacción, la culpa y la arrogancia.
Sobre la base de lo que hemos dicho hasta ahora, por la presente:
Invitamos a los académicos e intelectuales musulmanes de todo el mundo para desarrollar una jurisprudencia basada en el concepto de "ciudadanía", que sea incluyente a los diferentes grupos. Esta ley debe tener sus raíces en la tradición islámica y los principios y elementos como resultado de los cambios mundiales.
Invitamos a las instituciones educativas musulmanes y autoridades para llevar a cabo una revisión valiente de los planes de estudio que afronten con honestidad y eficacia todos los temas que fomenta la agresión y el extremismo, lo que lleva a la guerra y el caos, y resulta en la destrucción de nuestra sociedad compartida;
Instamos a los políticos y decision maker a tomar medidas políticas y jurídicas encaminadas a establecer un contrato de ciudadanía entre las personas, apoyando todas las fórmulas e iniciativas para fortalecer las relaciones y el entendimiento entre los diversos grupos religiosos en el mundo musulmán;
Nos dirigimos a los artistas, educadores, a los creativos de nuestras sociedades, así como las organizaciones de la sociedad civil, para el nacimiento de un movimiento más amplio para regular el tratamiento de las minorías religiosas en los países musulmanes, con el fin de ayudar a crear conciencia de sus derechos, y trabajar con ellos para asegurar el éxito de estos esfuerzos.
También invitamos a los grupos religiosos, unidos por la misma bandera nacional, para hacer frente a su estado mutuo de amnesia selectiva que bloquea la memoria de los siglos de unión y convivencia en la misma tierra; nos dirigimos a ellos para reconstruir el pasado, reviviendo la tradición de convivencia, restaurar nuestra confianza mutua erosionada por los extremistas que han cometido actos de agresión y el terror;
Invitamos a representantes de las diversas religiones, sectas y denominaciones a oponerse a todas las formas de fanatismo religioso, la difamación y denigración de lo que las personas consideran sagrado, así como todos los discursos que promueven el odio y el fanatismo. Y, por último,
Afirmamos que es inconcebible utilizar la religión para atacar los derechos de las minorías religiosas en los países musulmanes.
Marrakech
27 de enero 2016