sábado, 26 de diciembre de 2015

En materia de musulmanes, George W. Bush es aliado demócrata

USA, 26 DIC 2015, terra.com.ar


Foto: AP Foto/Pablo Martínez Monsiváis / AP en español

Incitados por los republicanos a que declaren la guerra al "terrorismo extremista islámico", los demócratas encontraron un aliado insólito en el ex presidente George W. Bush.

 El presidente Barack Obama y su antecesor, George W. Bush, participan en la ceremonia de develación del retrato del exmandatario en el Salón Este de la Casa Blanca en Washington, el jueves 31 de mayo de 2012. Obama y los precandidatos demócratas han utilizado a Bush como ejemplo de moderación frente al Islam ante los recientes atentados en París y California.

El presidente Barack Obama y su antecesor, George W. Bush, participan en la ceremonia de develación del retrato del exmandatario en el Salón Este de la Casa Blanca en Washington, el jueves 31 de mayo de 2012. Obama y los precandidatos demócratas han utilizado a Bush como ejemplo de moderación frente al Islam ante los recientes atentados en París y California.

El presidente Barack Obama, a quien exigen que muestre mayor firmeza ante el terrorismo, menciona con regularidad la negativa de su predecesor a demonizar a los musulmanes y ha rechazado cualquier idea sobre un enfrentamiento entre el Islam y Occidente.

Esas opiniones favorables de Obama hacia Bush son sorprendentes porque había basado su ascenso político en el rechazo a la guerra de Irak y a la posición belicista del otrora mandatario en el Medio Oriente. Hillary Clinton lo dijo tajantemente: "George W. Bush tenía razón".

Semanas atrás, al presentar su plan de lucha contra el terrorismo interior, Clinton recordó a los votantes en Minneapolis la visita de Bush a un centro comunitario musulmán seis días después de los ataques del 11 de septiembre de 2001. Incluso citó la frase de Bush acerca de los que agreden a los estadounidenses musulmanes: "Representan lo peor de la humanidad, deberían avergonzarse de esa clase de conducta". Desde luego que Bush no se refería a los aspirantes a la candidatura republicana en 2016. Clinton sin duda que sí.

Donald Trump propuso que se prohíba temporariamente el ingreso de musulmanes a Estados Unidos... y tuvo una mejoría abrupta en las encuestas. Ben Carson considera que los musulmanes son inaptos para ejercer la presidencia. Marco Rubio advierte sobre una "lucha de la civilización contra el islam extremista apocalíptico": al menos traza una distinción entre los musulmanes comunes y los extremistas. Ted Cruz fustiga implacablemente a Clinton y Obama por negarse a declarar la guerra al "terrorismo extremista islámico".

Clinton y Obama sostienen que ese discurso beneficia al grupo Estado Islámico y otros extremistas, que reclutan gente con el argumento de una batalla apocalíptica entre el Islam y Occidente. Los demócratas advirtieron que propuestas como la de Trump atentan contra la seguridad nacional, a diferencia de la postura que había adoptado Bush.

"Me sentí muy orgulloso después del 11/Sep cuando (Bush) dijo de manera tajante y nítida que esto no es una guerra contra el Islam", dijo Obama recientemente. Y dirigiéndose a los líderes republicanos de hoy: "Deberían seguir su ejemplo. Fue lo correcto. Fue la reacción correcta".

El senador Bernie Sanders, rival de Clinton por la candidatura demócrata, visitó una mezquita este mes en un gesto de solidaridad que evoca el de Bush. Y el Comité Nacional Demócrata difundió una publicidad en la que contrasta las declaraciones de los precandidatos republicanos actuales con la de Bush: "El islam es la paz".

El proceder actual de los demócratas marca un distanciamiento de sus posiciones habituales en las que habían censurado la última década al expresidente en busca ganancias electorales. Incluso muchos de los precandidatos republicanos, aun en retrospectiva, han criticado la guerra en Irak, donde los combatientes del grupo Estado islámico controlan parte de ese país y pretenden exportar el terrorismo a todo el mundo.

Sin embargo, poner de ejemplo Bush pone a los demócratas en una situación difícil debido a los recientes atentados terroristas en París y California, situación que ha aumentado más los temores de la ciudadanía hacia el terrorismo que en cualquier otro momento desde los ataques del 11 de septiembre.

Tanto Clinton como Obama han procurado esquivar las críticas de que son demasiado blandos frente a la amenaza del terrorismo interior. "No hay muchas decisiones políticas de George W. Bush con las que yo pueda estar de acuerdo, pero nunca lo llamaría débil frente al terrorismo", declaró Mo Elleithee, que fue funcionaria de mucho tiempo del Partido Demócrata y que hora dirige el Instituto de Política y Servicio Público de la Universidad Georgetown.

No todos los precandidatos republicanos han adoptado la postura estricta de Trump hacia los musulmanes. Jeb Bush ha coincidido con sus contrincantes republicanos en describir al enemigo como el "terrorismo radical islámico". Sin embargo, Bush también afirmó que Estados Unidos debería seguir el ejemplo de su hermano y afirmó en el anterior debate republicano que "no podemos desvincularnos de los musulmanes pacíficos".


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