Cementerio de Alicante - Juan Carlos Soler
El nuevo planeamiento urbanístico incluye paseos arbolados en el camposanto y espacio para monumentos funerarios.
El equipo de gobierno municipal proyecta reservar recintos para los enterramientos musulmanes y judíos, así como un «cementerio de mascotas» en el actual espacio del camposanto alicantino, según el planeamiento expuesto ayer en la comisión permanente de Urbanismo que ha decidido este miércoles, por unanimidad, la segunda aprobación provisional del texto refundido del plan especial de la operación integrada nº 1 definida en el Plan General de 1987.
Se trata de una ampliación del cementerio histórico de 1918, sobre un ámbito de actuación de casi 600.000 metros cuadrados, que prevé duplicar la extensión actual y propiciar las inhumaciones subterráneas (tumbas) en detrimento de las aéreas (nichos).
Fuentes municipales han destacado que se define dentro de la idea global de parque-cementerio recintos específicos para los ritos islámico y judío y para un parque de cenizas en el sector sureste de la ampliación junto a un cementerio de mascotas en el sector norte, cuatro recintos que se encuadran dentro de la primera fase de ampliación del cementerio. Ya en la segunda fase de ampliación, en el extremo suroeste del ámbito del plan, se sitúa un tanatorio-crematorio en la zona más alejada de los núcleos urbanos del entorno.
El plan, tal y como solicitó el grupo municipal de Esquerra Unida en la anterior legislatura, configura un paseo peatonal arbolado de 20 metros de anchura junto al muro histórico del cementerio sobre el trazado tradicional de la vía pecuaria de la vereda del desierto y Barranco del infierno y define otro paseo arbolado junto al cauce del Barranco de las Ovejas a modo de cinturón verde. El vial rodado que antes se definía sobre el trazado tradicional de la vereda ahora se traslada a un anillo arbolado.
«El respeto al arbolado y al patrimonio existente es otro de los criterios con los que se ha definido el plan, incluyendo entre los 42 elementos del catálogo elementos de la memoria histórica de la ciudad, como la fosa común o la tumba de Miguel Hernández, o edificios que inicialmente se pensaban demoler, como la antigua sala de vela», según las mismas fuentes.
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