lunes, 23 de noviembre de 2015

Miles de refugiados turcomanos huyen hacia Turquía escapando de los bombardeos en Siria

Turquía,23-11-2015,Hispanatolia


Turquía convocó el viernes al embajador ruso en Ankara para protestar por los ataques aéreos de Rusia sobre poblaciones turcomanas del noroeste de Siria, que amenazan con desatar una crisis humanitaria.

Los crecientes bombardeos de la aviación rusa en el noroeste de Siria, que se han intensificado especialmente en las últimas dos semanas, han llevado a miles de civiles de la minoría turcomana de la región a huir hacia campos de refugiados en la frontera turca o a cruzar hacia Turquía, según denunció el domingo el gobernador de la provincia de Hatay.

Ercan Topaca, gobernador de la provincia fronteriza de Hatay (al sur de Turquía), afirmó el domingo en rueda de prensa que sólo en los últimos tres días al menos 1.700 sirios turcomanos –una etnia que habita Siria e Irak con lazos étnicos y culturales con los turcos- han llegado a Hatay huyendo de los bombardeos sobre la región de Bayırbucak, en la provincia siria de Latakia; allí hay miles de ellos más que han huido de sus hogares refugiados en los bosques de la zona, donde tienen que luchar además contra las temperaturas cada vez más frías. Entre los refugiados que han cruzado estos días la frontera había 28 civiles heridos, de los cuales uno acabó falleciendo, dijo el gobernador.

Según explicó Topaca a los periodistas, hasta 35.000 habitantes de la región podrían verse obligados a huir hacia zonas más seguras a medida que se recrudece la ofensiva de las fuerzas de Bashar al-Assad contra poblaciones turcomanas y árabes bajo el control de las fuerzas de la oposición moderada siria. Algunos de los supervivientes que llegaron hasta Turquía relataron cómo los bombardeos continuos les obligaron a huir de sus casas para salvar la vida.

Las autoridades turcas llevan días preparándose para la llegada de una nueva oleada de refugiados, muchos de los cuales podrían intentar cruzar la frontera de Turquía. “Estamos tomando rápidamente medidas para cubrir sus necesidades, tales como tiendas, mantas y comida”, informó Topaca, quien añadió que el viernes había sido enviando al otro lado de la frontera un cargamento de ayuda humanitaria compuesto de 575 tiendas, 4.200 mantas, 20.000 latas de comida y 2.000 paquetes de alimentos, así como diverso equipamiento médico y para bebés.

Por ahora la mayoría de los refugiados que huyen de los ataques aéreos están buscando cobijo en el campo de refugiados de Yamadi, ubicado al otro lado de la frontera sur de Hatay y construido por agencias humanitarias turcas. Actualmente hay ya unos 14.000 refugiados sirios viviendo en este campo, donde el Ministerio de Salud de Turquía ha construido además un hospital para tratar a los heridos que llegan a la zona. Varias organizaciones han puesto en marcha también en la propia Turquía campañas humanitarias para pedir a la población ayuda para los turcomanos desplazados.

El viernes Turquía convocó de urgencia al embajador de la Federación Rusa, Andrey Karlov, a la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores en Ankara por los “intensos” bombardeos llevados a cabo contra aldeas turcomanas al noroeste de Siria, donde las fuerzas de Assad iniciaron el jueves una ofensiva terrestre para recuperar el control de la región con apoyo de la aviación rusa.

“(Al embajador ruso) se le dijo que los actos de Rusia no están dirigidos a la lucha contra el terrorismo, sino al bombardeo de aldeas de civiles turcomanos, lo que podría provocar consecuencias serias”, dijo en un comunicado difundido el viernes el portavoz de exteriores turco, Tanju Bilgiç. “Nuestras advertencias y peticiones han sido comunicadas también al vice ministro de exteriores ruso, así como al representante especial de la presidencia rusa para Medio Oriente, Mihail Bogdanov”, añadió Bilgiç.

Precisamente el domingo el presidente estadounidense Barack Obama volvía a subrayar que hasta ahora los bombardeos rusos en Siria parecen estar dirigidos contra las fuerzas de la oposición a Assad, y no contra el Daesh. “Rusia debe tomar una decisión estratégica para perseguir al IS (Estado Islámico), no a las fuerzas de la oposición moderada que intentan derrocar al presidente sirio Bashar al-Assad”, dijo Obama desde Malasia. “Assad debe irse”, añadió a continuación.

Precisamente el futuro de Assad y su papel en la transición política acordada a mediados de noviembre en la cumbre de Viena es uno de los principales puntos de fricción entre Rusia, EE.UU. y sus aliados. Mientras Washington y países como Turquía consideran impensable una transición democrática o el fin de la guerra civil con Assad en el poder, Moscú defiende su papel político. Los grupos turcomanos que combaten al actual régimen acusan ahora a Rusia de intentar ayudar a que Assad recupere todo el territorio posible para fortalecer su posición política de cara a dicha transición.

Paradójicamente, aunque el calendario hacia un gobierno de transición y unas nuevas elecciones fijado en Viena parecía estar fijado para ponerse en marcha el próximo mes de enero (con un proceso que se prolongaría en total 24 meses), en una reciente entrevista concedida a la televisión italiana el propio Assad pareció dar una nueva interpretación al acuerdo, al afirmar que no contempla ninguna transición mientras zonas del país siguen sin estar bajo control de Damasco y mientras “no se derrote a los terroristas”, un término con el que Assad y su gobierno se refieren habitualmente tanto al Daesh como a varios grupos opositores sirios.

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