En el marco de la jornada anti mezquitas organizada el pasado sábado en los Estados Unidos y que conoció muy pocos seguidores, la única manifestante que salió a expresar su odio contra los lugares de culto musulmán frente a la mezquita de Michigan ha sido invitada a ingresar a la mezquita y recibida con los brazos abiertos.
La manifestante aceptó entrar a la mezquita Noor y escuchó explicaciones sobre el islam y los preceptos de tolerancia, paz y amor contenidos en esta religión. La manifestante se abrazó con las musulmanas que le sirvieron de guía y se sorprendió agradablemente por la hospitalidad y la comprensión de los fieles.
Salvo en la ciudad de Phoenix, en el Arizona, donde “El Colectivo Mundial para Decir No al islam”, donde junto no más de 120 manifestantes, en las demás ciudades estadounidenses la jornada ha sido un total fracaso.
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