Uno de los dependientes de la carnicería musulmana de Badajoz. :: pakopí
Se encuentra en la avenida de Colón y permite encontrar este tipo de productos sin salir de la ciudad
Clientes de Pakistán, India o Marruecos, pero también de España. La carnicería 'Marrakech', situada en la avenida de Colón, ofrece alimentos y productos típicos tanto a los musulmanes como al resto de la población. Lleva apenas mes y medio abierta y es la única tienda de este tipo en la ciudad.
La característica principal es la carne fresca que ofrecen, sólo ternera y pollo (cerdo no, puesto que su religión no lo permite) procedentes del matadero de Olivenza, donde los animales son sacrificados mediante el rito 'halal'. El resto son productos 100% árabes.
Este rito consiste en matar al animal mediante una rápida incisión con una cuchilla afilada en la garganta, cortando la vena yugular y la arteria carótida, pero dejando intacta la espina dorsal, como manda la tradición musulmana.
«Vienen a comprar más españoles que marroquíes. Hoy la gente se atreve a probar cosas nuevas»
«La gente es curiosa y quiere aprender cómo se cocinan nuestros productos y cómo es nuestra comida. Tienen interés por aprender y por probar productos nuevos. Por ejemplo, nos suelen preguntar cómo se cocina el cuscús», asegura Khadija Ihnich, trabajadora de la carnicería.
«Diría que incluso vienen a comprar más españoles que marroquíes. Hoy en día la gente se atreve a probar cosas nuevas», añade.
En este establecimiento también ofrecen embutidos de cordero, pollo y pavo, dulces y picantes, procedentes de Marruecos y fabricados también bajo el rito 'halal'. Además, la etiqueta está escrita en árabe y español.
Otros alimentos muy frecuentes en su dieta son el conocido cuscús, una sémola de trigo que cocinan con verduras y carne de pollo, ternera, cordero o chivo. También utilizan la sémola de cebada como sopa caliente para la noche. «Se cuece bien, se le echa leche, aceite de oliva y sal, y está muy rico», explica Ihnich.
En las estanterías de la carnicería podemos encontrar diversas especias como cominos, pimienta y canela. Pero también 'Ras el Hanout', «una especia típica nuestra que es la mezcla de varias de ellas y es la cabeza de la tienda, como si dijéramos. Nosotros solemos cocinar con muchísimas especias», indica Ihnich. También venden 'harira', una sopa tradicional de Argelia y Marruecos elaborada a base de carne, tomates y legumbres, que se suele consumir durante el Ramadán.
Este establecimiento cuenta con dátiles, muy usados en la gastronomía árabe, y diversos frutos secos. Y, por supuesto, infinidad de tipos de tés y hasta cinco clases de aceitunas, todas ellas fabricadas en países árabes.
Establecimiento necesario
Estos productos conviven con otros que son habituales en cualquier supermercado, como refrescos o artículos de limpieza.
El imán de la mezquita de Badajoz, Adel Najjar, considera que es una muy buena noticia la existencia de este establecimiento en la ciudad porque, además, enriquece al resto de la sociedad. «Antes, los musulmanes que vivían en Badajoz tenían que viajar hasta Almendralejo, que era la localidad más cercana donde hasta ahora existía una carnicería de este tipo», apunta.
«Esto facilita la vida de los musulmanes que viven en Badajoz. La familia musulmana puede encontrar productos que hasta ahora eran difíciles de conseguir en otras tiendas», señala el imán.
Najjar asegura que los seguidores de esta religión están integrados en Badajoz. «Convivimos perfectamente con la vida y la comida de la ciudad. Nuestros hijos van a los colegios de aquí y compramos ropa y comida en las superficies habituales, pero por nuestra religión es importante poder comprar carne sacrificada según la tradición islámica», concluye.
Entre 2.500 y 3.000 musulmanes viven actualmente en Badajoz capital, mientras que la suma asciende a 7.000 en toda la provincia. El total de esta comunidad que reside en Extremadura es de casi 19.000 personas.
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