En un fallo insólito, el tribunal de la ciudad de Kashgar en la provincia autónoma du Xinjiang, condenó a un musulmán iugur de 38 años de edad a 6 años de prisión por llevar barba y su mujer a dos años por utilizar el hiyab (velo islámico).
Las autoridades chinas tratan a través de este tipo de condenas, debilitar la resistencia de la minoría musulmana iugur en la provincia de Xinjiang, perseguida desde hace ya varios años.
Esta campaña de hostigamiento lanzada por el poder central de China contra una población de 9 millones de personas, comenzó con la criminalización del ayuno de Ramadán, varios musulmanes iugurs han sido encarcelados por negarse a respetar la prohibición y siguió con la persecución de los comerciantes musulmanes y el rechazo del transporte público de todo hombre que lleva barba o mujer con velo.
Esta persecución política llegó a su nivel más insólito con la sentencia dictada de encarcelar a musulmanes por su barba o por utilizar el velo. « Este tipo de cosas no se producen en ninguna parte del mundo », declaró Dilxat Raxit, vocero del Congreso Mundial Iugur, en un comunicado publicado por la agencia, AFP.
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