Así lo afirmó el Papa Francisco, durante su viaje a Filipinas. El Papa aseguró además que detrás de todo atentado suicida "hay un desequilibrio humano", al referirse, aunque sin citarlo, al atentado contra el semanario satírico "Charlie Hebdo".
De acuerdo a los medios del Vaticano, el Papa añadió que tanto la libertad de expresión como la libertad religiosa "son derechos humanos fundamentales" y precisó: "Tenemos la obligación de hablar abiertamente, de tener esta libertad, pero sin ofender".
Sobre la cuestión de la libertad de expresión, el pontífice aclaró que "es una obligación decir lo que se piensa para ayudar al bien común". "Si un senador o un político no dice lo que piensa, no colabora con el bien común", defendió el papa.
"No se puede provocar - añadió - no se puede insultar la fe de los demás. No se le puede tomar el pelo a la fe. No se puede", reiteró el papa.
Además, Francisco lamentó que haya "mucha gente que habla mal de otras religiones o de las religiones (...), que convierte en un juguete las religiones de los demás". Para el pontífice argentino, estas personas "provocan" y fue cuando estimó que "hay un límite a la libertad de expresión".
Sobre la libertad religiosa, destacó que "cada uno tiene el derecho de practicar su religión, pero sin ofender" y consideró una "aberración matar en nombre de Dios".
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